Monterrey

Enrique Silva: Aquí no ha pasado nada

Las preferencias de los votantes pueden variar considerablemente según la región, el contexto político local y los problemas específicos que enfrentan.

Ayer escuché decir a un conocido lo que pensaba del segundo debate y lo resume diciendo “aquí no ha pasado nada”.

De acuerdo con el INE,  cerca de 16 millones de personas vieron el segundo debate presidencial 2024, (de poco mas de 100 millones de personas inscritas en el padrón electoral), ¿eso significa que no le interesó a la mayoría de la población?, ¿quiere decir que el debate no tuvo un impacto significativo en la opinión pública ni generó cambios notables en la percepción o la participación ciudadana?

Según encuestas posteriores al evento, el debate no causó un movimiento notable en las preferencias, no generó más que controversia superficial y discusiones prolongadas, es decir que pasó desapercibido para la mayoría de las personas.

Siendo así, también se podría afirmar que un debate no define una elección y es por diversas razones.

La decisión de votar por una de las candidatas no se toma únicamente en función de lo que se expuso en el debate. Los electores consideran una amplia gama de factores, como las propuestas de campaña, el pasado de las candidatas y de los partidos que las postulan, así como su ideología, la situación económica y social, entre otros.

En el entorno político polarizado que vivimos y en el que hay una alta lealtad hacia un partido político en particular, el debate tuvo poco impacto en el cambio de intención de voto. Sabemos que votantes los electores leales suelen mantenerse fieles a sus preferencias partidistas incluso después de los debates.

Las elecciones se deciden a lo largo de la campaña, que en este caso ha durado meses. Los debates son solo una parte de esta campaña, y otros eventos y estrategias también influyen en la percepción de los votantes y en sus decisiones finales.

Las preferencias de los votantes pueden variar considerablemente según la región, el contexto político local y los problemas específicos que enfrentan. Esto hace que los debates que se han realizado y el tiempo que tuvieron las candidatas permitió hablar de manera general.

En resumen, aunque los debates son importantes en el proceso electoral y pueden influir en algunos votantes, no son el único ni el factor más determinante en la definición de una elección. Los electores consideran múltiples factores y evalúan a los candidatos de manera integral antes de tomar su decisión final en las urnas.

Decir que “aquí no ha pasado nada” después del segundo debate, destaca la falta de impacto, relevancia e interés que tuvo en la opinión pública y en la vida cotidiana de las personas.

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