Monterrey

Zidane Zeraoui: El debate presidencial, un bajo nivel

A pesar de que varios medios dan la victoria del debate a la candidata Morenista, en realidad para los 13 millones de mexicanos que vieron en directo el debate, no hubo una victoria muy clara.

El domingo 7 de abril, los tres candidatos a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum de la Coalición Sigamos Haciendo Historia, Alianza de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, Xóchitl Gálvez candidata de Fuerza y Corazón por México, de la coalición PRI-PAN-PRD y Jorge Álvarez Máynez del Movimiento Ciudadano, se enfrentaron en un debate el que se esperaba fuera un espacio para exponer ideas y propuestas para México. Sin embargo, no hubo nada novedoso en cuanto propuestas ni ideas para enfrentar los graves problemas que aquejan al país.

A pesar de que varios medios dan la victoria del debate a la candidata Morenista, en realidad para los 13 millones de mexicanos que vieron en directo el debate, no hubo una victoria muy clara.

Por ejemplo, Sheinbaum minimizó la cuestión de la inseguridad, prácticamente haciendo ver como un tema marginal de las preocupaciones nacionales, cuando en México se asesina a 30 mil personas al año como lo fue en el 2023, dando un promedio de 12 muertos por cada 100 mil habitantes.

Sin embargo, si vemos estos datos ya por si preocupantes a nivel nacional, la ciudad de Colima es considerada la más violenta del mundo con más de 140 homicidios por 100 mil habitantes, seguida de Ciudad Juárez con 117.63 y en tercer lugar Puerto Príncipe de Haití, con 117.24. Así, las ciudades mexicanas siguen en encabezando los rankings de la violencia a nivel global. De los 16 ranking que publicó el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, AC, en su sitio de Seguridad, Justicia y Paz, 10 veces una ciudad mexicana encabezó el ranking global del 2008 al 2010, y nuevamente del 2017 al 2023, es decir, el periodo del presidente Calderón y hoy los cinco años de Andrés Manuel López Obrador fueron los más sobresalientes en ese lamentable sentido.

Así, la “guerra contra el narcotráfico” de Calderón se saldó con tres años sangrientos para el país, pero “abrazos, no balazos” de López Obrador han sido los peores para la seguridad nacional. Todos los años de su presidencia, una ciudad mexicana, encabezó la lista de las Ciudades más peligrosas del mundo.

Estos datos nos muestran claramente que las estrategias de lucha contra el crimen organizado fueron unos fracasos rotundos, tanto con el panismo como con la 4T.

Pero ¿qué temas hemos visto en el debate ? Además de las multicitadas fallas técnicas como el cronómetro que cada candidato tenía, pocas propuestas surgieron de los tres candidatos, pero sí muchos ataques de unos contra otros. Crimen organizado, problemas de la migración, aumento de la pobreza a nivel nacional, fallas en el sistema de transporte en el Metro, en el tren rápido México-Toluca, en el Tren Maya y otros más, no salieron a la luz ni para atacar al gobierno de Morena, ni para proponer soluciones viables.

El próximo 28 de abril, nuevamente los tres candidatos participarán en el segundo encuentro a nivel nacional. Inclusive el 19 de mayo habrá un tercero. Pero lo que se ha visto en los debates de las elecciones anteriores, nada es concluyente. Podemos recordar que inclusive Andrés Manuel López no asistió al primer debate, y esto no fue razón suficiente para impedir su triunfo. Es decir, los debates se han convertido en parte del show nacional, un circo de tres pistas, y no una plataforma para expresar ideas, propuestas y soluciones a los problemas nacionales.

Pensar que el resultado de las elecciones del próximo 2 de junio se está jugando en estos debates acartonados y con respuestas evasivas, es darle mucha relevancia a un show televisivo que no retoma los verdaderos problemas nacionales, por el temor de los candidatos a plantear ideas nuevas que pudieran en el futuro revertirse en su contra. Esto explica el silencio de la candidata Claudia Sheinbaum a muchas de las preguntas y cuestionamientos que se le hizo y sin embargo dice ganadora.

Lo que sí queda claro es que los candidatos de la oposición no supieron utilizar las graves deficiencias de la 4T: errores y corrupciones patentes en muchos de los actos de personas cercanas a la presidencia o a los candidatos, e inclusive a los propios hijos de Andrés Manuel López, o a la propia candidata de Morena.

¿Vamos a ver el 28 de abril o el 19 de mayo, nuevos debates de mayor altura? Es difícil pensar que habrá un cambio sustancial en los discursos y réplicas de los candidatos. Lo más seguro es que seguiremos con la ya probada y vieja fórmula: “Al pueblo pan y circo”.

El autor es Doctor en Ciencia Política, especialista en política internacional y asuntos regionales y del Medio Oriente. Profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

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