Monterrey

Rogelio Segovia: ¿No hay trabajadores?

Desde hace tres o cuatro años, los principales estudios del mercado laboral han puesto a los asuntos de atracción y retención de talento en el top de prioridades de RR. HH.

Aunque la atracción de talento ha sido un tema crítico en muchas empresas mexicanas durante mucho tiempo, ha generado mayor relevancia en los últimos años debido a los cambios del mercado laboral y de las expectativas de los empleados.

Desde hace tres o cuatro años, los principales estudios del mercado laboral han puesto a los asuntos de atracción y retención de talento en el top de prioridades de RR. HH. Incluso desde el 2021, Gartner ha puesto a nivel mundial, incluido México, a la atracción y retención de empleados como una de las principales prioridades para los CEO. En su encuesta anual a CEO, realizada en ese año, Gartner encontró que la atracción y retención de talento era la segunda prioridad principal para la alta dirección, solo detrás del crecimiento de los ingresos.

Pero pongamos las cosas en perspectiva, ¿realmente tenemos escasez de trabajadores en México? De acuerdo al INEGI, al cierre de 2023, el 55 % de la fuerza laboral en México se encontraba en el sector informal. En términos absolutos, esto equivale a poco más de 32 millones de personas. Estas cifras, focalizadas en Nuevo León, nos muestran que a 2023, la tasa de informalidad laboral fue del 36.9 %. (aproximadamente 1 millón de personas).

A eso pudiéramos adicionar las personas que están desempleadas: a nivel nacional, la tasa de desempleo en México fue del 2.6 % (1.8 millones de personas). En Nuevo León la tasa fue del 3.22 % (95,300 personas).

Realmente la pregunta es, ¿no hay trabajadores?; o más bien lo que deberíamos estarnos planteando es: ¿Por qué las personas prefieren trabajar en la informalidad en lugar de venir a nuestras empresas?

Pero antes de plantear algunas hipótesis para tratar de responder el problema, vale la pena poner en contexto que la informalidad laboral significa operar fuera de los marcos legales y regulatorios. Esto conlleva un detrimento económico al estado por la evasión de la carga impositiva y regulatoria, pero, a la vez, un menoscabo al bienestar de las personas, al no gozar plenamente de la protección y los servicios que la ley y el Estado pueden proporcionar. En cualquier circunstancia, la informalidad se considera una característica esencial del subdesarrollo.

Ahora sí, para tratar de responder las preguntas planteadas, partamos de la siguiente hipótesis: ¿La oferta empresarial limita las oportunidades de empleo formal, lo que lleva a los trabajadores a optar por la informalidad laboral?

Aunque el tema de la informalidad es complejo y multifactorial, la limitada oferta empresarial es uno de los principales motivos. Lo que, por cierto, resulta bastante paradójico, pues mientras las empresas se quejan de falta de mano de obra, el segmento informal sigue creciendo. Y quizá ahí está lo que no hemos visto, las empresas no buscan mano de obra, buscan talento. Y ese, es el que está escaseando.

En México, por la deficiencia educativa que tenemos, estamos perdiendo la capacidad de generar talento. La mala calidad educativa repercute en niveles deficientes de competencias, habilidades y destrezas. Es decir, las personas no tienen las competencias que el mercado requiere. De acuerdo a la OCDE, más del 30 % de las empresas mexicanas identifican a una fuerza laboral con falta de educación como un desafío principal de contratación (en comparación con el promedio del 18 % en países miembro de esta organización).

En un mundo en donde los trabajadores deben adaptarse a nuevas tecnologías y procesos y desarrollar nuevas habilidades y competencias ante la exigencia de una fuerza de trabajo más preparada, nuestro sistema educativo (recientemente reformado por enésima vez, por cierto) va en retroceso. Esto significa que las políticas públicas actuales están “excluyendo” a los mexicanos de oportunidades de trabajo formales y por ende fomentando la informalidad laboral.

Las personas prefieren trabajar en la informalidad porque no tienen otra opción, pero cuanto más tiempo permanezcan fuera del mercado laboral, mayores serán las consecuencias en obsolescencia laboral y del incremento de brechas sociales.

Epílogo.— ¿Y por qué las empresas no hacen algo, como capacitar a las personas, por ejemplo? Muchas empresas del País lo están haciendo, pero las excesivas regulaciones y reformas laborales están dejando a los empleadores sin mucho margen de maniobra.

Además, la deficiencia educativa que tenemos como país hace que las personas no cuenten con disciplina cognitiva para adquirir nuevas competencias laborales, esto es, la capacidad de llevar de manera sistemática y efectiva procesos mentales que incluyen la concentración, la atención, el razonamiento, la memoria y la resolución de problemas… Siquiera antes de pensar en asegurar “pensiones universales”, busquemos (al menos) el asegurar trabajo formal a las personas. La informalidad es un reflejo del subdesarrollo, y fuente de un mayor atraso económico.

El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.

Contacto: rogelio.segovia@thinktalent.mx

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