Monterrey

Impactará sequía y calor a inversiones ferroviarias

Nuevo León se caracteriza por tener estas condiciones climáticas de altas temperaturas y escasez de agua.

Los impactos asociados a las altas temperaturas y la sequía, entre otros fenómenos naturales, sobre la infraestructura y operación de las empresas ferroviarias continuarán dándose con mayor fuerza, por lo que incurran en costos más elevados, señala el Instituto Mexicano del Transporte (IMT).

“La exposición actual y futura de la infraestructura ferroviaria al cambio climático y a los eventos extremos, reduce significativamente la vida útil, ya que las condiciones de diseño originales se encuentran, en la mayoría de los casos, rebasadas, representando una amenaza para la seguridad y confiabilidad del servicio en la etapa de operación y costos adicionales para el mantenimiento de la infraestructura”, indica en un reporte.

En Nuevo León (NL) se dan esas condiciones climáticas de altas temperaturas y sequía.

El Observatorio del Aire Monterrey señala que de acuerdo con la Conagua, el promedio anual de precipitación en NL es poco más de 600 milímetros (mm), pero desde 2017 no se alcanza dicha cifra, y entre los años más secos está el 2011, con 340.2 mm; 2022, con 369.4 mm; y 2023, con 352.2 mm.

Agrega que la onda de calor en la entidad el año pasado superó el récord de la temperatura más caliente en los últimos años, con días que rebasaron los 40 grados centígrados en el mes de junio.

Cuando la temperatura ambiente excede los 30°C, el estrés térmico se añade a la tensión de velocidad del tren en movimiento, lo que puede pandear la vía férrea, según el IMT.

“Por el aumento térmico y la exposición directa a la luz solar, la temperatura interna de un riel puede superar hasta en 20°C la temperatura externa, resultando en la dilatación del riel, y este fenómeno conduce a la desalineación lateral de las vías y aumenta el riesgo de descarrilamientos”, explica el organismo.

Las altas temperaturas también ocasionan la expansión de los puentes giratorios y aparatos de vía, lo que dificulta su funcionamiento, además de fallos de los sistemas de señalización, añade.

El IMT advierte que la sequía reduce la humedad del suelo, y por lo tanto su capacidad de carga, lo que puede provocar hundimientos y agrietamientos del suelo de cimentación que conllevan a una desnivelación de durmientes y de los rieles.

Indica que tras identificar la infraestructura vulnerable será primordial desarrollar estrategias y medidas de adaptación al cambio climático para evitar cualquier daño significativo en las vías férreas y asegurar su resiliencia, a fin de reducir impactos en las cadenas logísticas por retrasos o cancelación del servicio.

“En México, se requiere una estrategia vinculante entre la autoridad ferroviaria y las empresas concesionarias del servicio ferroviario, para construir conjuntamente el mejor camino que permita aumentar la resiliencia en la infraestructura”, señala el instituto.

Los concesionarios y asignatarios que brindan el servicio de transporte de carga en México son: Ferrosur, Kansas City Southern de México (KCSM), Ferrocarril Mexicano (Ferromex), Ferrocarril y Terminal del Valle de México (Ferrovalle), Línea Coahuila Durango (LCD), Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) y la Administradora de la Vía Corta Tijuana-Tecate, (Admicarga), de acuerdo con la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario.

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