Monterrey

Pablo de la Peña: ¿Se mantendrán las altas tasas de interés?

Ahora parece que, en lugar de reducirlas, hay ciertos factores que indican que quizá las vuelvan a incrementar.

En días pasados tanto el INEGI en México como la Oficina de Análisis Económico (BEA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, dieron a conocer información interesante sobre la dinámica de nuestras economías. Muchos analistas esperaban (yo incluido) que para el tercer trimestre de este año, nuestros bancos centrales respectivos podrían estar reduciendo sus tasas de interés de referencia porque habría signos de cierta estabilidad de precios.

Sin embargo, ahora parece que, en lugar de reducir las tasas de interés, hay ciertos factores que indican que quizá las vuelvan a incrementar.

INEGI muestra que la inflación general para el mes de septiembre fue de 4.45 por ciento respecto al mismo mes del 2022, y la inflación subyacente fue de 5.76 por ciento, a pesar de que claramente ambos indicadores de inflación muestran un constante descenso en todo el año, la actividad económica sigue siendo suficientemente fuerte y podría empujar hacia arriba los precios de los productos al final del año nuevamente.

Lo que daría argumentos al banco central para incrementar su tasa de interés objetivo en la siguiente reunión del 9 de noviembre.

El Indicador Global de la Actividad Económica que dio a conocer INEGI el pasado 23 de octubre nos sugiere que la economía mexicana tuvo un crecimiento anual en el mes de agosto del 3.5 por ciento, el crecimiento para las actividades primarias fue de 2.7 por ciento, para las actividades secundarias del 5 por ciento y para las actividades terciarias del 2.8 por ciento.

Dado que el sector secundario incluye a las actividades de transformación y al sector construcción que tuvo un importante crecimiento del 15 por ciento, podemos decir que el sector industrial en México es el motor actual de la economía en el tercer trimestre del año.

Esto me lleva a pensar que la demanda de bienes, tanto intermedios como de consumo final, en el mercado nacional, así como en el mercado internacional se mantienen con un dinamismo relativamente alto, y esto podría presionar el nivel de precios en los siguientes meses antes de terminar el 2023.

Por un lado, tenemos buenas noticias de que la economía mexicana presenta un crecimiento fuerte, pero por otro lado nos lleva a pensar que el Banco de México pueda poner un freno a posibles incrementos en los precios antes de que termine el año.

Adicionalmente, la baja tasa de desempleo del 2.7 por ciento, es claro indicador de que las familias tienen mejores niveles de ingreso, que se traducirá en gasto de consumo de bienes y servicios y con ello una presión al nivel de precios.

Por su lado, en los Estados Unidos el BEA publicó el pasado 26 de octubre que la economía creció en términos anuales un 4.9 por ciento en el tercer trimestre de este año, muy superior al 2.1 por ciento del trimestre previo.

El hecho de que la economía de los Estados Unidos crezca por encima del 2 por ciento son muy buenas noticias, especialmente para México, porque más del 80 por ciento de nuestras exportaciones van para ese país, por lo que indica que nuestro principal cliente tiene más dinero para comprar nuestros productos. Por lo que un crecimiento cercano al 5 por ciento, son extraordinarias noticias.

Pero al igual que en el caso de México, todo tiene un lado negativo.

El lado negativo es la presión en el nivel de los precios. Por las mismas razones que expliqué para el caso de México, es muy probable que veamos pronto un incremento en la tasa de interés de referencia del FED de un cuarto de punto para llevarla de 5.50 por ciento al 5.75 por ciento.

Aunque creo que en México la tasa objetivo que se encuentra actualmente en 11.25 por ciento tiene suficiente “colchón” para mantener un diferencial atractivo respecto a la tasa de interés de los Estados Unidos, quizá podríamos ver un incremento similar de un cuarto de punto para ubicarla en 11.50 por ciento para finales del año.

Un diferencial de prácticamente 6 puntos porcentuales entre las tasas de interés de México y los Estados Unidos podría ser más que suficiente para mantener la atractividad del mercado mexicano; sin embargo, tenemos que considerar que estamos entrando a un año electoral con condiciones relativamente desfavorables en las finanzas públicas, y con una gran expectación ante lo que pueda pasar en el proceso electoral.

El proceso electoral en México puede significar cierto riesgo para las inversiones tanto extranjeras como nacionales, y se podría reducir la actividad económica en el último año del sexenio de López Obrador, por lo que quizá esos 6 puntos porcentuales no sean suficientes para cubrir el riesgo-país en el 2024. Así es que seguiremos a la expectativa.

Pablo de la Peña

Pablo de la Peña

Decano Asociado de Educación Continua de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno y director de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública, profesor del Tec de Monterrey de Economía y de Gestión Pública Aplicada.

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