Monterrey

Jorge Manjarrez: Viacrucis migrante

Ante la eliminación de la política de expulsión de migrantes bajo el Título 42 de la Ley de Servicios Públicos de Salud de los Estados Unidos de Norteamérica, el Presidene Biden dio a conocer el envío de mil 500 efectivos del Ejercito a la frontera con nuestro País.

Lo anterior en apoyo a la Patrulla Fronteriza que ha advertido que el promedio de arrestos de migrantes pudiera incrementarse a 10 mil diarios después del 11 de mayo.

Por su parte, México acordó continuar aceptando por motivos humanitarios a los migrantes que sean devueltos por Estados Unidos, según el comunicado dado a conocer por la Presidencia derivado de la reunión entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall.

Lo anterior significa un aumento en la presión social en las principales ciudades fronterizas de México como Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, entre otras.

A los miles de migrantes varados en esas ciudades, que esperan se resuelva sus estatus migratorio, se le sumarán los nuevos que a partir de ahora ya empiezan a movilizarse hacia el norte de nuestro País.

Eloy Garza señala: “Una caravana de casi 5,000 migrantes, conocida como viacrucis migrante, ha emprendido una travesía angustiante desde Centro y Sudamérica”. Esta caravana, que al igual que muchas otras salió de Tapachula, Chiapas, podría estar integrada por hondureños, africanos y asiáticos.

A ésta se sumarán otras caravanas de mexicanos, venezolanos, guatemaltecos, salvadoreños, cubanos, jamaiquinos, entre muchos más que migran de sus paises en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

Sabemos dónde y cuándo empieza el viacrucis de estos miles de hombres, mujeres y niños, pero no sabemos dónde, cuándo y cómo terminará.

Su viacrucis empieza en sus países de origen al momento de tomar la crucial decisión de salir en busca del sueño americano. Termina, felizmente, al lograr establecerse en los Estados Unidos; o tristemente, al perder la vida en una caja de trailer, a mitad del río, en la carretera, en las vías del tren o en en una estación migratoria mexicana.

Los 40 migrantes calcinados en un centro de detención del Insituto Nacional de Migración (INM), de Ciudad Juárez siguen muy vivos en la mente de sus familiares, sus connacionales y de muchos mexicanos que nos solidarizamos con su situación.

Esta tragedia develó, por una parte, la incompetencia y la indiferencia de los responsables de la estación. Por otra, nos dejó ver la ausencia de un Plan Integral de Atención al Migrante y la falta de presupuesto, infraestructura, equipo y personal capacitado para proporcionar una verdadera ayuda humanitaria.

La verdad es que México no puede jugar el papel de tercer país seguro, cuando no puede ser seguro ni para sus propios ciudadanos. ¿Cómo se le puede pedir a un extranjero “quédate en México”, cuando muchos mexicanos están huyendo del país?

Ante la saturación de los albergues y centros de detención y el azote del crimen organizado que ve en los migrantes oportunidad de reclutamiento, las ciudades fronterizas están viviendo su propio viacrucis, que se extenderá a las grandes ciudades cercanas a ellas; Monterrey está dejando de ser ciudad de paso a para convertirse en ciudad de destino temporal.

La visita de la asesora de seguridad nacional de los Estados Unidos, Sherwood-Randall, al Presidente de México refleja la magnitud del problema; para ellos el tema migratorio sí es de seguridad nacional.

Para los mexicanos y los neoloneses también debería serlo. En este momento todavía tenemos la oportunidad de preparanos en nuestro estado para enfrentar el incremento de migrantes y evitar pérdidas de vidas humanas, aumento en la inseguridad pública y problemas de salubridad.

Si la megainversión de Tesla nos ha consolidado en el ámbito mundial como una área metropolitana referente de competitividad; bien haríamos en esforzarnos por ser ejemplo nacional de respeto a los derechos humanos y atención a los migrantes.

El autor es economista, demógrafo y politólogo. Profesor de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

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