Monterrey

Thomas Michael Hogg: Mejor redefinimos la palabra éxito

La palabra empresa proviene del latín prehendere y significa “alcanzar algo”.

Sea grande, mediana o pequeña. Sea startup, scaleup, unicornio, empresa Fortune 500 o PyME, hoy en día hacer negocio es cada vez más complejo. La palabra empresa proviene del latín prehendere y significa “alcanzar algo”.

Para eso estamos muchos de nosotros, moviendo mar y tierra para alcanzar el éxito empresarial. Pero, ¿qué debe significar éxito en los negocios? Ya no se debe tratar solamente de “citius, altius, fortius”, la expresión latina que representa “más rápido, más alto y más fuerte”, el lema antiguo de los Juegos Olímpicos.

De hecho, el 20 de julio 2021, fue modificado por el Comité Olímpico Internacional a “Citius, Altius, Fortius – Communiter”, que quiere decir ahora “Más rápido, más alto, más fuerte – Juntos”, de la comunidad para la comunidad.

La época parece cambiando la narrativa, en su intención correcta, pero con aún mucha toma de decisión incierta e ignorante, donde el “aparecer ser exitoso” en algunos casos parece ser más importante que realmente alcanzar algo trascendente y moralmente aceptable. Es más, el éxito económico aún implica que haya más consumo y más producción, aunque el planeta ocupa cero emisiones netas de CO2 y menos residuos, los principales causantes del cambio climático. Aún navegamos sin la definición correcta de tener éxito, que es persiguiendo exitosamente un propósito mayor.

El éxito empresarial del futuro se define sobre soluciones holísticas y disruptivas para hacer el bien, conscientemente cada uno/a en la empresa. Ahora sí, se vale competir sobre esto siendo más rápido y fuerte. Sustentabilidad y desarrollo circular son palabras clave y deben llevarnos a un mejor entorno donde lo económico tiene su razón de ser.

En Alemania, Austria y Suiza hay un segmento de empresas que se llama “Mittelstand”, un grupo de alrededor 15 mil compañías muy estables que facturan en promedio 300 millones de USD anualmente y que han demostrado tener éxito integral y soportar cualquier turbulencia. Son estables porque en primer lugar tienen excelentes condiciones laborales, empezando por salarios, prestaciones, vacaciones y seguros de salud.

Además, tienen un enfoque a tecnología, innovación, calidad y sustentabilidad. Los criterios ESG parecen evolucionarse desde la pura estrategia de inversión de la élite del mercado de capitales hasta ser el factor decisivo para el modelo de negocio. La agilidad de estas empresas destaca y el éxito allí se comprueba teniendo soluciones funcionales, verdes y digitales, siendo al mismo tiempo un buen empleador con valores bien aplicados y una empresa rentable a la vez.

Para mantener siempre una estabilidad financiera y poder invertir orgánicamente en el futuro, el crecimiento rentable sigue siendo una métrica fundamental de medir el desempeño empresarial. Cuando se trata de hacer crecer las empresas o de responder ante condiciones inesperadas del mercado, tener suficiente liquidez es sin duda muy crucial.

En mi libro “Profitable Growth Strategy - 7 best practices from German companies” he enfatizado en las estrategias de mantener un sano ritmo de crecimiento en ingresos (ventas cobradas) y utilidades antes de financiamiento, impuesto sobre la renta, depreciación y amortización.

El equipo de Alta Dirección debe entender y empujar estas palancas financieras. Lo que es crucial entender que el modelo de negocio debe enfocar y ajustarse para habilitar resultados financieros sanos para poder detonar un verdadero desarrollo sustentable, o mejor dicho “circular”. Finanzas sanas para re-invertir en el futuro porque todos aspiramos a crear compañías que generen valor para los clientes, los empleados, el planeta, los proveedores y necesariamente para los accionistas también.

El liderazgo desde la alta dirección ocupa una mayor cercanía y mejor información de lo que está sucediendo. Ser verde debe ser un fin, y no un medio para alcanzar el éxito.La buena noticia es que los clientes, colaboradores e inversionistas están buscando más y más compañías con propósito.

Muchas empresas lograrán evolucionar sus productos para que sean relevantes, funcionales e innovadores ante sus clientes o prospectos estratégicos.

Muchas empresas serán capaces de enfocarse, sabiendo cómo renunciar mejor. Muchas empresas lograrán implementar una estrategia bien hecha con sentido de urgencia, capacidad instalada y talento comprometido. Muchas empresas invertirán más tiempo en desarrollar su cadena de suministro y proveeduría con cadenas regionales con más certidumbre.

Muchas empresas exitosas lograrán atraer, retener y motivar el talento, el recurso humano y el equipo de trabajo para que habiliten el modelo de negocio. Muchas empresas aportarán soluciones digitales y funcionales. Muchas empresas serán verdes y servirán a la comunidad. Más bien serán esas empresas que escuchen y disciernen la voz del cliente, del colaborador, del planeta y de su propio/a Director/a de Finanzas, que les dicen:¡”Mantente rentable e invierte en el futuro y desarrollo sustentable!”

La pregunta es, ¿realmente vamos a querer crear esta clase de negocios exitosos?

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