Monterrey

Rogelio Segovia: Tres desafíos para los jóvenes profesionistas

La tecnología, desde la revolución industrial, ha sido parte inherente del futuro del trabajo y ha representado desafíos importantes para cada época.

Hace un par de días un amigo me hizo la siguiente pregunta, ¿cuáles son las tres cosas más importantes con las que están batallando los profesionistas jóvenes en cuestión de carrera profesional?

En varias ocasiones intenté formular y enviarle mi respuesta, pero son tantas las preguntas que surgen al respecto, y los retos que hoy en día tienen los jóvenes en temas laborales, que me resulto difícil hacer una discriminación positiva de temas, por enumerar algunas: ¿título es igual a trabajo para toda la vida?, ¿hay que seguir estudiando toda la vida?, ¿cómo pueden ayudar las empresas y sus líderes?

Después de reflexionar unos días, comparto acá la respuesta que di a mi amigo.

1) Tecnología: Una de las mayores falacias (o inexactitudes) que nos hemos contado es que la tecnología es el futuro del trabajo. La tecnología, desde la revolución industrial (hace poco más de 260 años), ha sido parte inherente del futuro del trabajo y ha representado desafíos importantes para cada época.

Los retos actuales en este campo son dos: primero, la tecnología (como la Inteligencia Artificial) por primera vez en la historia está tomando decisiones por los humanos. Esto nos plantea importantes retos éticos y morales asociados con la calidad de dichas decisiones (no olvidemos que se pueden potencializar los sesgos humanos). ¿Someter a un paciente a una operación derivada del diagnóstico de la IA?, ¿otorgar libertad bajo fianza al sospechoso de un delito? Hoy en día ya se ha comprobado los retos inherentes de dejar dichas decisiones a las máquinas. Y segundo, no olvidemos que la IA son algoritmos programados por humanos, con los juicios y sesgos inherentes a las personas.

2) Obsolescencia: Hasta hace unos años, al terminar los estudios de contabilidad, leyes, o piloto de aviones de guerra, podías asegurar toda una vida laboral en dicha profesión. En la actualidad la obsolescencia laboral, esto es, la pérdida de competitividad dentro del mercado laboral, es una seria amenaza.

La obsolescencia laboral se presenta por diversos factores, uno de los principales es por el tecnológico, pero no es el único. Cambios en el empleo o industria, falta de actualización en tu campo, poca experiencia (hacer lo mismo mucho tiempo es solamente antigüedad), y carencia de especialización son otros factores importantes a tomar en cuenta. Entre mayor sea el nivel de educación y especialización de una persona, mayor es el riesgo de obsolescencia de sus habilidades laborales.

3) Desigualdad Social: Por extraño que parezca, en una época en la que la educación se ha democratizado y vuelto más accesible, los jóvenes están teniendo problemas para encontrar empleos bien pagados, con seguridad psicológica y que les permita al jubilarse, tener servicios médicos y una pensión digna. Esto está ahondando las desigualdades sociales e incrementando la incertidumbre laboral.

Como podemos ver, los retos que enfrentan los estudiantes universitarios y recién egresados son no solamente importantes, sino muy inciertos y cambiantes. Hoy se pueden preguntar, ¿debo confiar en que la tecnología tome una decisión por mí?; ¿de qué me sirvió estudiar tantos años si estoy a nada de volverme laboralmente obsoleto?, ¿tendré movilidad social y económica en mi vida?

No todo es tan malo como podría parecer. La IA seguirá evolucionando y tomando decisiones de mayor calidad que ayudará a evolucionar los roles laborales y a que los trabajadores humanos sean más efectivos. Esto redundará en aumento de los salarios, impulso de la economía, consumo y un mayor movilidad social; pero las empresas, desde una perspectiva de liderazgo consciente, deben enfocarse en tres temas: (i) aumentar la inversión en las capacidades digitales de las personas, (ii) garantizar un “salario vital adecuado”, e (iii) incrementar la inversión en trabajo decente y sostenible.

Epílogo.- Mientras reflexionaba sobre este tema di con una frase que resume lo que hemos platicado: “La IA no va a reemplazarte. Una persona que utiliza la IA es quién lo hará”.

El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.

COLUMNAS ANTERIORES

Angel Maass: El Enigma de la Inflación
Robert G. Papp: Los cisnes negros y el destino de las naciones

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.