Monterrey

Pedro Trejo Vargas: ¿La función de la Agencia Nacional de Aduanas?

México tiene un rol preponderante para el control y fiscalización de las mercaderías que entran y salen del país, y que indirectamente influye en el desarrollo de las empresas y la economía.

Como ya muchos conocemos, el 14 de julio se publicó en el DOF la creación de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANA). Al respecto, ya existen muchas posturas en todos los sentidos, incluso filosóficas y teleológicas. Recordemos que en México tradicionalmente la Aduana tiene un rol preponderante para el control y fiscalización de las mercaderías que entran y salen del país, y que indirectamente influye en el desarrollo de las empresas y la economía.

No olvidemos que, a raíz de los atentados terroristas del 2001 en Nueva York y Pennsylvania en Estados Unidos; en marzo de 2004 en Madrid, España; el perpetrado el 7 de julio en el Reino Unido; los de la isla de Bali, en Indonesia, en octubre de 2005; la serie de atentados ocurridos en los trenes y estaciones de Bombay el 11 de julio de 2006, por citar algunos ejemplos, motivaron el cambio de los sistemas de seguridad internacionales en el flujo y control de mercancías en los diferentes territorios aduaneros incluso hasta convertirse las Aduanas en agencias de prevención de actos terroristas, así como para brindar seguridad nacional, fenómenos éstos que han influido en la funciones de las Aduanas Mexicanas.

Por tanto, resulta imperativo definir cuáles serán las funciones sustantivas y prioritarios que tendrá la Agencia Nacional de Aduanas, pues la Aduana moderna ya no se limita únicamente a controlar, revisar y fiscalizar física y documentalmente las mercancías y sus medios de transporte. Lo notable es que el gobierno nos ha vendido la idea de que la Aduana mexicana se ha convertido en un ente facilitador y de fomento al comercio exterior.

Todo esto, me ha llevado a afirmar que las Aduanas evolucionan al igual que lo hacen las tecnologías, las comunicaciones, los transportes, los sistemas de producción y comercialización, pero siempre conservando sus funciones originales concomitantes con el nacimiento del intercambio de mercancías entre las naciones de la antigüedad. Bajo esta tesis, si bien las ANA continuará como una unidad administrativa del gobierno, lo cierto también es que, sus actividades periféricas seguirán privatizadas o concesionadas, pero conservando sus funciones sustantivas tradicionales.

El reto de la ANA será la de seguir siendo un ente facilitador de las operaciones de comercio exterior y de los programas de fomento al comercio exterior. Esta función exige la eficiencia y rapidez en las operaciones aduaneras y de conocimiento técnico y sensibilidad del personal de las fuerzas armadas, por ejemplo, desde el respeto a los derechos humanos, hasta la planeación del “justo a tiempo” con el que se manejan infinidad de empresas.

Si bien el uso del Internet, el “paperless”, el equipamiento y la utilización de tecnología contribuyen con la función de facilitación de las operaciones aduaneras y la disminución de la corrupción; lo cierto es que todo esto representa un verdadero reto para la nueva ANA, pues aunado a la facilitación encontramos en las Aduanas el rol de integración económica, por ejemplo, en el marco del T-MEC. Por tanto, cabe la pregunta: ¿La principal función de la ANA será la facilitación, la seguridad nacional o la recaudación?

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