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¿Quieres un préstamo? Tener muchos contactos en el celular podría ayudarte

La cuarta parte de la población mundial no está bancarizada y, por lo tanto, no puede pedir dinero prestado. Pero ahora hay decenas de empresas emergentes que, a partir de datos como los de tu teléfono celular, pueden definir si eres o no sujeto de crédito.

No tienen cuenta bancaria, ni capacidad crediticia, ni identidad financiera. Por eso la cuarta parte de la humanidad no podía pedir dinero prestado. Hasta ahora.

Varias docenas de empresas emergentes dicen que han desarrollado maneras de incorporar a esos 2 mil millones de personas al sistema financiero internacional, monitoreando el uso de teléfonos inteligentes y otros hábitos personales para predecir la solvencia crediticia.

Por ejemplo, las personas que no dejan que las baterías de sus teléfonos se descarguen tienden a hacer lo mismo con su saldo de deuda. Los deudores que reciben más llamadas de las que hacen son riesgos mejores, y los solicitantes que enuncian el propósito de su préstamo en unas pocas palabras son mejores deudores que los que terminan escribiendo una monografía.


A primera vista quizá parezca un poco disparatado, pero actualmente hay 40 empresas –algunas con el respaldo de inversionistas como Peter Thiel y Pierre Omidyar- que están abriendo, dicen, una nueva frontera.

Sus capacidades crediticias y sus créditos emitidos a través de teléfonos móviles en el mundo en desarrollo están haciendo bajar para los prestamistas tradicionales el costo de vender productos financieros a una clase media emergente.

Para Wall Street, esto se traduce en una nueva clase posible de activos para invertir: préstamos minoristas al consumidor en los mercados emergentes, los motores del futuro crecimiento económico mundial.

"Si alguno de estos modelos tiene éxito, las consecuencias son enormes tanto para el sector de servicios financieros como para el desarrollo internacional", dijo Paul Christensen, profesor de finanzas en la Northwestern University de Illinois. "Podría abrirse un mercado totalmente nuevo".

Las compañías dicen que el uso del teléfono, la navegación en la Web y los medios sociales, los registros de pagos de servicios públicos y las pruebas psicométricas dan a los prestamistas nuevas maneras de replicar, en materia de segundos, el trabajo tradicionalmente deliberado de los ejecutivos de crédito.

Dado que los teléfonos se utilizan cada vez más para almacenar y transferir dinero, también contienen una gran cantidad de información sobre la capacidad crediticia.

En esencia, dicen estas firmas, los datos miden lo que John Pierpont Morgan llamó hace un siglo el predictor central de la capacidad crediticia –el carácter.

Están desbloqueando a adultos "no bancarizados", los cuales se encuentran en su mayoría en mercados emergentes donde el consumo anual alcanzará 30 billones de dólares en 2025, según McKinsey Co.

Kreditech, con sede en Hamburgo, Alemania, es la más grande de estas nuevas compañías y no le falta ambición.

Imagina su futuro como el Amazon de los préstamos al consumidor en los mercados emergentes, dijo Sebastian Diemer, uno de los dos fundadores que actualmente es máximo responsable ejecutivo.

Desde su fundación en 2012 ha recaudado más de 306.5 millones de euros (328 millones de dólares) en deuda y títulos. Entre sus financistas figuran Clarium Capital Management de Thiel, la sociedad de inversión J.C. Flowers Co. con sede en Nueva York y la firma de capital riesgo Amadeus Capital Partners.

Con el historial de compras online y la geolocalización de llamadas telefónicas, los modelos algorítmicos de la firma generan hasta 20 mil puntos de información. En el momento en que Kreditech accede a un nuevo mercado, afianza sus operaciones al proveer préstamos iniciales de 100 euros a todos los aplicantes y genera historiales financieros que pueden hacer germinar un algoritmo más exacto.

First Access, una start-up con sede en Nueva York, extrae información de prestatarios de telefonía celular en Kenia y Tanzania para recomendar a bancos y financistas -en sólo 90 segundos- posibles montos de préstamos.

Algunas de estas nuevas empresas han creado sus propias encuestas para medir su confiabilidad. EFL Global diseñó un test de 30 minutos que no necesita acceso a internet pero puede aplicarse en teléfonos celulares y computadoras.

Una clave de la solvencia crediticia es la rutina diaria personal. Personas que cargan el mismo monto de tiempo aire cada semana el mismo día son mejores riesgos de crédito que aquellos que adquieren montos mayores y luego se quedan sin crédito, de acuerdo con Nicole Van Der Tuin, cofundadora y CEO de First Access.

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