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¿Qué tipo de ahorrador eres: el cuponero, el tacaño o el austero?

Según un estudio realizado por George Loewenstein, profesor de la universidad de Carnegie Mellon, Pittsburgh, hay 4 perfiles de ahorradores extremos bien identificados.

El hábito del ahorro sigue siendo algo que a los mexicanos no se les da mucho Sólo el 44 por ciento de los mexicanos cuenta con algún mecanismo de ahorro, según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera del Inegi y la CNBV, que devela además que el 42 por ciento nunca ha ahorrado nada, al menos de una manera formal, y el 14 por ciento dejaron de hacerlo.

Sin embargo, a pesar de estas cifras, la encuesta revela que un significativo 15 por ciento ahorra de manera formal y de hecho la mayoría de ellos cuentan con más de un servicio financiero como cuenta de ahorro, crédito, seguros y Afore… ¿Cómo es este 15 por ciento?

Los perfiles del 'ahorroadicto'

De acuerdo con un estudio realizado por George Loewenstein, profesor de economía y psicología en la universidad de Carnegie Mellon, Pittsburgh, independientemente de lo costoso que puede resultar ahorrar dinero, hay personas a las que le resulta doloroso gastarlo, incluso en las necesidades más básicas y necesarias. Según este estudio hay cuatro perfiles de ahorradores extremos muy bien diferenciados por sus características y motivaciones a la hora de ahorrar dinero.

1. El tacaño – Filosofía financiera: 'Me duele gastar el dinero'.

Este grupo pertenece al grupo de personas que sienten "dolor" o "disgusto" ante la idea de gastar dinero. La sola idea de socializar, por ejemplo, le atemoriza por el simple hecho de gastar dinero, y deja de asistir a eventos de amigos por miedo a gastar un solo peso o lo que es peor: ¡llegan cenados de casa! La adicción a ahorrar dinero puede llegar al grado de privarse de comprar artículos de primera necesidad.

2. El austero – Filosofía financiera: 'Ahorrar dinero me trae alegría'.

Los ahorradores que se consideran a sí mismos austeros, al contrario que los tacaños, se recrean en el acto de ahorrar dinero, es decir, su alegría no está ligada a los bienes materiales, sino a la sensación de estabilidad que les da ahorrar el máximo dinero, sin la necesidad de depender de conductas consumistas. Los integrantes de este grupo se manifiestan contra el consumismo, y se frustran al tener que comprar regalos en Navidad.

3. Los acaparadores – Filosofía financiera: 'Cuanto más compre, más puedo ahorrar'

Con el aumento de precios de los productos, es cierto que es recomendable recurrir a las ofertas de 2×1, pero exagerar esta manera de comprar se vuelve adictiva y a veces cuesta reconocerlo. Los síntomas más reveladores son el consumo excesivo que te obliga a comerte todo el cereal antes de que caduque o acumular tantas cosas que comienzan a invadir el espacio vital, si detectas alguno de estos comportamientos puede que haya un problema.

4. Los cuponeros extremos – Filosofía financiera: 'Cómo me gusta hacer más con menos'

El mundo de los cupones de descuento ha sido todo un fenómeno que ha revolucionado el consumo en los últimos años, y ha provocado la aparición de otro tipo de adictos al ahorro: los "cuponeros extremos". Ellos experimentan dilemas similares a los acaparadores, algunos justifican una compra sólo porque el artículo está de promoción con algún descuento. ¡Acumulan y acumulan cosas! ¡Cuidado con los infomerciales o las baratas online!

5. Ahorrador sin prescindir de mis caprichos – Filosofía financiera: 'Ahorro para mi futuro, el de los míos y para darme gusto de vez en cuando'.

Si no te queda el saco de los anteriores perfiles obsesivos y crees que ahorras de forma tranquila y sana, seguramente encajas en el perfil de ahorrador funcional, aquel que evita gastos superfluos, sabe en qué se le va el dinero y es organizado. No permite que los gastos hormiga se coman sus ahorros, pero sin dejar de darse algunos lujos. ¿Con cuál te identificas?

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