Mercados

Yuan le importa de nuevo a América Latina... por el peso mexicano

Para dos de los principales bancos de inversión de EU, la fortaleza del peso de las últimas semanas está distorsionando el comportamiento de algunos índices y no reflejan la debilidad del yuan.

En una esquina del mercado cambiario, a miles de kilómetros de Washington o Pekín, se desarrolla una batalla comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Por años, el yuan chino y las monedas latinoamericanas han tendido a seguirse mutuamente hacia arriba y hacia abajo frente al dólar estadounidense. Eso tiene sentido, dado que China es el mayor socio comercial o el segundo más importante de todas las mayores naciones de la región. Un yuan más débil hace que las exportaciones chinas sean más baratas en los mercados mundiales, y eso también se aplica a América Latina.

Ahora, mientras el yuan se debilita frente al dólar en medio de una creciente retórica de guerra comercial, el índice de monedas de América Latina de JPMorgan ha estado subiendo, marcando la mayor correlación desde octubre de 2016. Por extraño que parezca, el culpable es el peso mexicano, por razones que se refieren solo a política interna, no a las relaciones internacionales.

La moneda con mejor desempeño del mundo este año recibió un impulso inesperado tras la elección en México de un presidente izquierdista que ha demostrado ser más favorable al mercado que el más astuto de los inversionistas. El optimismo sobre las negociaciones del TLCAN también ayudó. Sus ganancias distorsionaron el índice de JPMorgan, elevando el indicador pese a la caída del yuan.

Todo podría estar a punto de cambiar. Morgan Stanley cita un índice de fortaleza relativa que muestra que el peso está en territorio de sobrecomprado y que la incertidumbre política se mantendrá hasta diciembre. El banco menciona que Andrés Manuel López Obrador no tomará posesión de su cargo hasta diciembre, dejando mucho espacio para la incertidumbre política en el camino.

Si el peso se estabiliza o incluso se debilita desde aquí, se espera que el índice vuelva a estar en línea con el yuan. Eso daría a los operadores divisas una razón para seguir al yuan como un impulsor para comprar o vender a sus homólogos latinoamericanos.

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