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Siete riesgos políticos que amenazan la estabilidad económica de zona euro

La sesión catalana, elección italiana, coalición alemana y el brexit, son algunos de los riesgos políticos que se viven en la Unión Europea que ponen en peligro la frágil recuperación del bloque.

A pesar de que la confianza económica en la zona del euro alcanza elevados niveles históricos, una serie de riesgos políticos presentes en la Unión Europea siguen amenazando con socavar la frágil recuperación del bloque.

Con la ayuda de más de 2 billones de euros ( 2.3 billones de dólares ) de compras de bonos por parte del Banco Central Europeo, la economía de la zona del euro ha cobrado fuerza y un índice del ánimo de consumidores e industrias tiene este mes su mejor registro desde enero de 2001.

Sin embargo, un desempeño electoral del partido de Angela Merkel en Alemania inferior al esperado y la declinante popularidad de Emmanuel Macron en Francia conspiran contra una renovación del núcleo franco-alemán en el corazón de la Unión Europea.

Las inminentes elecciones en Italia y las enérgicas medidas instrumentadas en Cataluña, que no resuelven la puja por una mayor autonomía, podrían afectar las economías italiana y española, que son la tercera y la cuarta de la zona del euro, respectivamente, y poner en duda la incipiente recuperación de la Unión Europea.

Si bien la política monetaria flexible del Banco Central ha calmado los mercados e impulsado la economía, también ha hecho que los países miembros adopten una actitud laxa en lo relativo a instrumentar reformas necesarias, lo que podría exacerbar crisis futuras, según Carsten Nickel, director gerente de Teneo Intelligence. Una vez que el BCE endurezca su política, "todo el riesgo político pasará a primer plano", agregó.


Secesión catalana

Después de que el parlamento catalán votó a favor de declarar la independencia la semana pasada, el presidente del gobierno Mariano Rajoy obtuvo facultades extraordinarias del Senado español para destituir a las autoridades separatistas. Si bien las medidas de Rajoy para mantener la unidad de España han prevalecido por ahora, las nuevas elecciones que se realizarán el 21 de diciembre crean un mayor nivel de incertidumbre sobre el futuro constitucional de una región que representa alrededor del 20 por ciento de la producción económica del país.

Elección italiana

Se estima que la cuarta mayor economía de la UE celebrará sus próximas elecciones en el primer semestre de 2018, comicios que seguirán con gran atención los funcionarios de Bruselas a quienes les preocupan sus probables implicaciones en el sistema financiero y la economía del país. Se considera que, entre otros motivos de estrés, las elecciones reflejarán la ambivalente relación del país con el euro, su creciente deuda y un sistema bancario con problemas que aún no ha logrado de deshacerse de tenencias tóxicas de una década.

Coalición alemana

Cinco semanas después de la elección alemana, los cuatro partidos que participan en conversaciones con miras a una coalición no se han puesto de acuerdo todavía sobre políticas clave como el futuro de la zona del euro, la protección del clima y una reforma de la inmigración.

El contenido del acuerdo definitivo determinará la posición del gobierno alemán sobre algunos de los temas más importantes de la Unión Europea y podría anunciar el probable desarrollo de los mayores debates del bloque. El resultado de las conversaciones de coalición también podría decidir si Merkel seguirá teniendo una posición dominante en la Unión Europea o si su poder se verá reducido.

El presidente francés Macron

El ascenso del candidato proeuropeo Macron fue alentador para la Unión Europea, pero la declinante popularidad del presidente francés en los meses que han pasado desde su elección ha planteado dudas sobre si el mandatario, que tiene 39 años, podrá instrumentar los cambios que propuso para su país y para Europa.

Macron aún tiene a su favor el tiempo y una mayoría parlamentaria, lo que significa que incluso si impulsa algunas reformas impopulares podría estar en condiciones de recuperarse.

El Brexit

Las negociaciones por el Brexit continúan en un impasse a pesar de las promesas de la Unión Europea y el Reino Unido de acelerar el avance, en tanto persisten diferencias sobre temas clave como la cuenta que los británicos deberán pagar al abandonar el bloque. Si bien ambas partes han dicho que se busca un acuerdo justo, los países de la Unión Europea acordaron la semana pasada elaborar sus propios planes para el caso de que no se llegue a una solución cuando los gobernantes se reúnan en diciembre.

El éxito o el fracaso en lo relativo a alcanzar un acuerdo de Brexit para marzo de 2019 determinará no solo el acceso británico a su mayor mercado, sino también la persistencia de la capacidad de las firmas europeas de vender productos al Reino Unido. Las cuatro mayores economías de la zona del euro –Alemania, Francia, Italia y España– exportaron el año pasado un total combinado de 164 mil millones al Reino Unido.

División este-oeste

El gobierno polaco ha estado en la primera línea de una campaña de la Unión Europea destinada a poner freno a países errantes, en tanto líderes populistas de Polonia y Hungría se han sentido alentados ante el éxito electoral de Donald Trump y la decisión británica de salir de la UE y desafían al bloque en cuestiones como imperio de la ley y migración.

Mientras tanto, la victoria del partido euroescéptico en las elecciones legislativas de República Checa de este mes ha asestado otro golpe a las fuerzas que buscan una mayor integración en la UE y refleja la influencia de los partidos opositores al establishment en el bloque.

En otra elección, esta vez al otro lado de la frontera, en Austria, los votantes allanaron el camino para el ingreso del nacionalista Partido de la Libertad al gobierno, lo que anuncia un desplazamiento hacia la derecha política que es probable que convierta al país en un aliado más crítico de sus socios europeos.

Migración

El flujo de inmigrantes sigue siendo un fuerte motivo de preocupación para los gobernantes de la UE, que en una cumbre realizada este mes acordaron medidas como "la vigilancia de todas las rutas de migración y la disposición a reaccionar a toda nueva tendencia".

La decisión llega luego de que el bloque tuvo el mayor ingreso de migrantes desde la Segunda Guerra Mundial, algo que amenazó con poner fin a la zona de viaje sin visado de Europa.

Si bien la situación es menos aguda que en 2015, su momento más álgido, cuando hubo 1,82 millones de ingresos ilegales en la UE, sigue siendo de gran importancia política local para muchos países como Austria y Alemania, donde la migración es un tema clave para los votantes.

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