La temporada de reportes de las empresas listadas en BMV llegó a su fin hace dos semanas.
Estas temporadas suelen venir acompañadas de volatilidad en los precios de las acciones, debido a la anticipación de los inversionistas por recibir información nueva y tangible sobre sus inversiones. Y si a esto le añadimos un escenario macroeconómico complicado entenderemos las reacciones de magnitudes importantes.
Ahora, ¿Cómo se relacionan los reportes con el comportamiento de las acciones? En primer lugar, una acción es una parte representativa del capital de una empresa, el valor de éste se ve en el balance general. Por otro lado, sabemos que las utilidades generadas en un periodo—reportadas en el estado de resultados—incrementan el capital de la empresa. A mayor utilidad, mayor valor tendrá en el balance el capital de la empresa.
También, una manera de valuar activos financieros es a través de flujos de efectivo. Por lo tanto, el valor teórico de una acción se puede determinar a través de la proyección de la generación de efectivo de la empresa, descontándolo a una tasa que refleje adecuadamente el riesgo. Es por esto que el estado de flujo de efectivo también es relevante en el comportamiento de las acciones.
Si bien los estados financieros nos dan valiosa información del desempeño de la empresa, los inversionistas suelen actuar con base en expectativas, por eso es que los resultados que vienen por arriba de los estimados del mercado suelen impactar de manera positiva a dichas acciones. Y por el contrario, números por debajo, a pesar de mostrar crecimientos, podrían traducirse en caídas en precios por "decepcionar" al mercado.
Las empresas en las que estás invertido ¿reportaron por arriba de estimados? ¿Generaron utilidades? ¿Flujo libre de efectivo?
Mercados