Los precios del petróleo cedieron las ganancias de la sesión previa, en medio de las preocupaciones sobre la economía estadounidense, un dólar más débil y el alivio de que la mayoría de los miembros de la OPEP no planea inundar el mercado de petróleo excedente.
En el Intercontinental Petroleum Exchange (ICE), el contrato del crudo Brent para entrega en agosto cerró en 49.64 dólares, un 0.8 por ciento menos que al término de la sesión anterior cuando alcanzó un máximo nivel de siete meses de 50.02 dólares por barril.
Sin embargo, para el conjunto de la semana, el convenio logró una ganancia de 0.64 por ciento.
En tanto, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) para entregas en julio cedió 55 centavos a 48.62 dólares, desde los 49.11 dólares en que se ubicó en la sesión previa.
Los precios cayeron 1.43 por ciento en la semana, cortando una racha de tres semanas consecutivas de ganancias.
Los datos de nóminas no agrícolas peores de lo esperado en Estados Unidos hicieron caer al índice dólar a su mínimo desde mediados de mayo, lo que también respaldó los precios del crudo. Un billete verde más débil abarata el petróleo para los tenedores de otras monedas.
No obstante, las cifras fueron negativas para la economía estadounidense, que podría limitar la demanda de energía, generando un "tira y afloja" en el mercado petrolero, advirtieron analistas.
Asimismo, los débiles datos despertaron preocupaciones sobre la demanda de gasolina en Estados Unidos en la temporada de viajes de este verano boreal.
El índice dólar, en tanto, cayó 1.63 por ciento a 94.01 unidades por euro, con los operadores estimando que el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal esperará hasta septiembre para subir las tasas de interés y que no aplicará un segundo aumento del tipo referencial en 2016.