La Bolsa Mexicana consiguió romper una racha negativa de 7 sesiones consecutivas de pérdidas, en las que el índice había retrocedido 3.77 por ciento, pero la reacción fue modesta ya que hubo un contrapeso significativo, el desplome de las acciones de OHL México, de 12.90 por ciento, al caer su cotización a 30.17 pesos, su nivel más bajo en 17 meses.
El motivo de tal descalabro fue la noticia de que la matriz de la subsidiaria mexicana vendió a inversionistas privados internacionales el 7.5 por ciento de las acciones, en una colocación secundaria, lo que implica que los recursos no irían a parar a la empresa mexicana.
Además, el precio de venta fue bastante inferior al que prevalecía en la bolsa de valores mexicana, a 30 pesos, cuando hace unos días se ubicaba en niveles de 38.0 pesos. Además, la noticia tampoco fue bien recibida porque coincide con la percepción de un menor interés de las empresas de construcción de infraestructura por los proyectos nacionales.
La pequeña reacción, apoyada por ganancias en acciones como Femsa, Banorte y América Móvil, no implica, todavía, la reanudación del ciclo ascendente de la Bolsa.
La Bolsa Mexicana concluyó con un aumento de 0.28 por ciento a 43 mil 491.45 unidades. El volumen fue de 375.8 millones de acciones y 197 mil 870 operaciones.
Sin embargo, el balance de las emisoras operadas fue negativo: subieron 41, bajaron 59 y 6 no cambiaron.
En la NYSE, el índice Dow Jones aumentó 0.23 por ciento a 17 mil 687.82 puntos, mientras que el S&P 500 avanzó 0.51 por ciento a 2 mil 051.80 unidades. En ambos casos nuevos récords.
En la bolsa Nasdaq la subida fue de 0.67 por ciento a 4 mil 702.44 puntos.
Básicamente benefició a Wall Street un contexto internacional favorable, y un dato visto como positivo en la inflación al productor.