CIUDAD DE MÉXICO.- Las expectativas en el corto y mediado plazos siguen desfavorables para el euro, a medida que se acerca la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y se esperan una serie de medidas para estimular el alicaído crecimiento económico del bloque, así como incidir en el crecimiento de los precios a fin de alejar el fantasma de la deflación.
La divisa única europea, que acumuló su segunda caída semanal consecutiva —la peor racha desde noviembre— se ha replegado 2.5 por ciento desde su máximo de dos años y medio ubicado en 1.40 dólares, establecido el 7 de mayo, por las expectativas de inminentes impulsos monetarios del BCE.
La moneda de los 18 países de la zona euro se replegó el viernes hasta 1.3648 dólares, su cotización más baja desde el 27 de febrero, para acumular un descenso semanal de 0.4 por ciento frente a la divisa estadounidense.
De extender su actual tendencia descendente, el euro pondría a prueba su nivel más bajo del año: 1.3486 dólares, establecido el 31 de enero.
En caso de perforar ese soporte, el siguiente, y más fuerte, se ubicaría en 1.3367, alcanzado el 8 de noviembre de 2013.
Frente al yen, la moneda común también ha perdido terreno. En la sesión del viernes descendió a 138.78 yenes, su cotización más débil desde el 12 de febrero. En la semana perdió 0.8 por ciento.
El euro se ha depreciado en las sesiones recientes por las expectativas de que el BCE está preparando una serie de medidas, incluida la posibilidad de llegar a una tasa de interés negativa para los depósitos bancarios, a fin de impulsar los préstamos de dichas instituciones y estimular el crecimiento.