CIUDAD DE MÉXICO.- La segunda jornada de la semana se caracterizó por los vaivenes observados en la moneda mexicana siguiendo a la evolución de los precios del petróleo.
El Banco de México informó que el dólar spot cerró en 18.8125 unidades, situación que representó para el peso un retroceso de 5.30 centavos, equivalente a 0.28 por ciento.
En ventanilla bancaria el billete verde se vende en 19.09 unidades, cifra mayor a las 19.05 del cierre anterior reportado por Banamex.
La moneda mexicana acumuló una depreciación de 1.31 por ciento en dos sesiones consecutivas.
En la jornada, el tipo de cambio alcanzó un mínimo en 18.7775 y un máximo en 18.848 unidades, en el mercado de mayoreo.
Los precios del petróleo iniciaron la jornada con una caída de más de uno por ciento, para posteriormente recuperar buena parte del terreno perdido, e incluso en el caso del europeo operar con ganancias.
El West Texas intermediate cae 0.67 por ciento a 42.84 dólares por barril, en tanto que Brent avanza 0.13 a 44.78 dólares.
El dólar en el mercado internacional baja 0.12 por ciento frente a una canasta de seis divisas, situación que contribuye a darle soporte a la moneda mexicana.
La Fed inició su reunión de dos días. Los mercados estiman que anunciará mañana su decisión de mantener a su tasa de referencia en el rango de 0.25 a 0.50 por ciento. No obstante, prevaleció una postura defensiva ante la incógnita que representa el posible contenido de su comunicado de política monetaria.
En México, los datos económicos publicados son mixtos. Por un lado, llama la atención el crecimiento del déficit de la balanza comercial y, por otro, un sorpresivo avance del Igae, lo más parecido al comportamiento de un PIB mensual.
El saldo acumulado de la balanza comercial de México con el exterior se reportó por parte del Inegi en 7 mil 116 millones de dólares durante el primer semestre del 2016, la mayor cifra para un periodo similar desde 1994.
La crecimiento de la brecha con el exterior tiende a incrementar la demanda de dólares para poderlo financiar. De no modificarse este comportamiento, se tendería a limitar el potencial de recuperación del peso.
En la otra cara de la moneda, se ubicó el comportamiento del Indicador Global de la Actividad Económica, al experimentar un aumento de 1.9 por ciento en el pasado mayo con base en cifras desestacionalizadas.
La recuperación de la actividad económica está sustentada en el sector servicios, mientras que el 'talón de Aquiles' sigue siendo las actividades secundarias, algunas de las cuales están ligadas con el sector exportador de México.