Mercados

Comercio global, un factor que afecta la política monetaria: Bostic de la Fed

Por su parte, Williams de la Fed de Nueva York señaló que la Fed necesita protegerse de que una posible caída en la tasa de desempleo y el aumento de los salarios provoquen una mayor inflación, como sucedió en la década de 1960.

El presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, señaló que el comercio global, junto con el Brexit, están entre los factores que afectan la manera en que las autoridades determinarán el rumbo de la política monetaria en el futuro.

Bostic ofreció un discurso de apertura en una conferencia sobre herramientas cuantitativas para monitorizar las condiciones macroeconómicas y financieras, copatrocinada por la Reserva Federal de Atlanta y la Reserva Federal de Nueva York.

Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, estima que la Fed necesita asegurarse que el ajustado mercado laboral no genere un avance sostenido de la inflación, pero también que las expectativas inflacionarias no se mantengan muy bajas.

La preocupación sobre una excesiva baja inflación es notable en el contexto de una tasa de desempleo en Estados Unidos de un 4 por ciento, muy por debajo de lo que muchos consideran que es sostenible en el largo plazo.

Tradicionalmente, los economistas han encontrado que cuando los mercados laborales se calientan, la inflación eventualmente también lo hace.

Esa relación podría haber cambiado, según una serie de nuevas investigaciones desde dentro y fuera de la Fed, que algunas autoridades han utilizado para justificar la nueva postura del banco central estadounidense de tener "paciencia" sobre las tasas de interés pese a un muy bajo desempleo.

Williams realizó los comentarios en respuesta a un documento publicado este viernes que decía que si bien las presiones al alza de los precios están actualmente contenidas, la Fed necesita protegerse contra la posibilidad de que la baja tasa de desempleo y el aumento de los salarios puedan provocar una mayor inflación, como sucedió en la década de 1960.

"Concuerdo en que debemos permanecer vigilantes con respecto a un despegue sostenido de la inflación", dijo Williams, citando su propio análisis, que mostró que el bajo desempleo sigue ejerciendo una presión alcista sobre los precios.

Pero a diferencia de los años 1960, afirmó, las dinámicas de inflación han cambiado por lo que si los precios aumentan temporalmente, ese incremento no se introduce en las expectativas inflacionarias, lo que evita que la inflación suba de manera sostenible por encima de los niveles saludables.

"Debemos estar igualmente vigilantes a que las expectativas de inflación no se anclen en un nivel demasiado bajo", dijo Williams. "Esta persistente marcha de la inflación por debajo del objetivo de la Fed arriesga socavar el ancla sobre los precios en el 2 por ciento".

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