El mercado accionario brasileño profundizó las pérdidas por debajo del nivel de los 60 mil puntos, arrastrado por las acciones del sector bancario que enfrenta una investigación policial que se enfocó en el Banco Itaú Unibanco.
El índice Bovespa cerró en baja de 4.08 por ciento, en las 59 mil 379.82 unidades, su nivel más bajo desde el 11 de noviembre.
En noviembre, el índice acumuló un retroceso de 4.2 por ciento, en su primer resultado negativo desde mayo.
El índice se colocó por arriba de la bolsa de Argentina que perdió 2.3 por ciento y la bolsa mexicana que se encaminaba a cerrar la jornada en baja cercana al 1.0 por ciento.
En Asia, el índice Nikkei la la bolsa de Tokio cerró en alza de 1.12 por ciento, mientras que el índice DAX de Alemania y el FTSE de Londres retrocedieron 1.0 y 0.45 por ciento.
En tanto que las acciones de Itaú Unibanco perdió 4.57 por ciento a 33.80 reales por papel, ante la nueva fase de la "Operación Zelotes" y tras subir casi un 2 por ciento en la víspera.
Banco Do Brasil se unió a la tendencia bajista al ceder 6.60 por ciento, mientras que el banco Bradesco retrocedió 5.83 por ciento.
Entre otras acciones que mostraron una tendencia negativa se ubicó TIM Participações que perdió 4.8 por ciento, tras avanzar 2 por ciento en la rueda previa, y los de Telefônica Brasil se desplomaron 6.7 por ciento tras ganar 2.7 por ciento en la sesión anterior.
Petrobras, que abrió operaciones en alza gracias al incremento de los precios del crudo, cerró la jornada en baja de 1.41 por ciento.
En el mercado de divisas, el real brasileño se debilitó 2.4 por ciento frente al dólar a su nivel más bajo en cinco meses y medio, influenciado por el escenario político doméstico y temores sobre las próximas decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El real cayó 2.40 por ciento a tres mil 4685 unidades por dólar la venta, su menor nivel de cierre desde el 16 de junio. En noviembre la moneda se devaluó 6.18 por ciento frente al billete verde, su mayor caída mensual desde septiembre de 2015.
La policía federal de Brasil investiga sospechas de manipulación de juicios en el Consejo Administrativo de Recursos Fiscales, y tenía entre sus objetivos a Itaú y BankBoston.
En política local, el equipo que dirige la "Operación Lavado de Auto" amenazó con renunciar si se aprueban medidas contra la corrupción con un texto que carece de varios puntos del original e incluye temas polémicos, como el castigo de jueces y fiscales.
Según operadores, eso deja al Gobierno del presidente Michel Temer en una posición incómoda, pues enfrenta la presión popular que exige respaldo a dicha operación, al mismo tiempo que depende del Congreso para aprobar medidas importantes para la recuperación de la economía.