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BOJ posterga más estímulo para evaluar impacto de tasa negativa

Las autoridades apuestan a que su éxito en lo relativo a bajar los costos crediticios desde el lanzamiento de la estrategia de tasas negativas en enero.

El Banco de Japón –BOJ por la sigla en inglés- decidió no expandir el estímulo monetario al optar el gobernador Haruhiko Kuroda y sus colegas por tomarse más tiempo para evaluar el impacto de las tasas de interés negativas.

La decisión constituyó una sorpresa para la mayoría de los economistas que consultó Bloomberg, que habían pronosticado que el banco central tomaría alguna medida en respuesta a un fortalecimiento del yen que ha ensombrecido las perspectivas de un incremento de los salarios y la inversión. La moneda subió contra el dólar inmediatamente después de la decisión, mientras que cayeron las acciones en Tokio.

Las autoridades apuestan a que su éxito en lo relativo a bajar los costos crediticios desde el lanzamiento de la estrategia de tasas negativas en enero generará una aceleración del crédito. Mantuvieron sin cambios tres herramientas clave de la flexibilización: el objetivo de 80 billones de yenes (732 mil millones de dólares) para expandir la masa monetaria, sobre todo mediante compras de bonos gubernamentales; la tasa negativa de 0,1 por ciento sobre una parte del dinero que los bancos depositan en el BOJ; y un programa de compra de activos de riesgo, incluidas acciones.

También postergaron el plazo para alcanzar un objetivo de inflación de 2 por ciento hasta algún momento del año fiscal 2017, en lo que constituye la cuarta postergación en alrededor de un año.

'EL BOJ SE GUIARÁ POR DATOS'
"Kuroda quiso que quedara claro que las exigencias del mercado no dictarán la política monetaria del BOJ. Sería prematuro tomar una nueva medida luego de haber instrumentado la tasa negativa hace un par de meses", dijo Kyohei Morita, economista jefe para Japón de Barclays. "El mensaje importante es que el BOJ se guiará por datos, y espero que refuerce el estímulo en julio al analizar las perspectivas de la inflación".

Morita agregó que si bien al banco central parece preocuparle un yen fuerte, recientes indicios de estabilización en los mercados cambiario y bursátil le proporcionaron cierto alivio.

Si bien los mercados reaccionaron con decepción, la idea que guió la decisión fue la de inscribirse en una práctica más amplia, dado que Kuroda optó por esperar hasta ver los efectos de sus medidas. Su estímulo de magnitud sin precedentes ha contribuido, desde que comenzó en abril de 2013, a apoyar el crédito bancario, que ha alcanzado su mayor nivel desde 2002.

El índice Topix de referencia bajó 3.2 por ciento. El subíndice bancario cayó más -6.3 por ciento- ante la ausencia de nuevas medidas que ayuden a los bancos en un contexto de tasas de interés negativas.

Personas familiarizadas con las conversaciones en el banco central dijeron este mes que los funcionarios del BOJ podrían considerar ofrecer una tasa negativa en algunos préstamos a entidades crediticias comerciales, pero no hubo el jueves anuncios al respecto.

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