El Banco Central Europeo decidió mantener sin cambios sus principales tasas de interés en niveles mínimos de 0.05 por ciento, mientras despliega una serie de medidas que espera mejoren el panorama de débil inflación y reanimen a la débil economía de la zona euro.
En una decisión ya descontada por los analistas después de que el BCE las recortara a niveles históricamente bajos el mes pasado.
En esa oportunidad, el presidente del banco, Mario Draghi, dijo que las tasas se encontraban en su piso.
También mantuvo la tasa de depósitos a un día en -0.20 por ciento, lo que implica de hecho que los bancos deben pagar para dejar sus fondos inmovilizados en el Banco Central.
Los mercados esperan ahora la conferencia de Draghi en la que se espera que entregue más detalles sobre los planes del organismo de comprar activos.
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