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BCE mantiene tasa de interés sin cambios

Como esperaban los analistas, el Banco Central Europeo dejó intacta su tasa de interés que determina el costo del crédito en la economía en 0.00 por ciento.

El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sin cambios su política monetaria, como se esperaba, manteniendo un estímulo extraordinario y conservando también su orientación expansiva, incluso a pesar de que la inflación y el crecimiento económico han repuntado con más fuerza de lo previsto.

El BCE anunció que mantuvo inalterada su principal tasa de refinanciación, que determina el costo del crédito en la economía, en 0.00 por ciento, como proyectaba la mayoría de los analistas.

Asimismo, prometió mantener su política de agresivo estímulo monetario al menos hasta fin de año, preservando el respaldo para la economía de la zona euro mientras crece el sentimiento contrario a la integración europea antes de elecciones en Francia y Holanda.

Si bien estaba prevista, la decisión mostró que la conducción del BCE estaba resistiendo los llamados de Alemania para comenzar a retirar su esquema de compras de bonos por 2.3 billones de euros (2.43 billones de dólares), o al menos indicar su intención de hacerlo, a medida que repuntan la economía y la inflación.


En cambio, el banco central con sede en Fránkfurt se aferró a su plan de continuar las compras, que comenzaron hace dos años, hasta diciembre. Prometió dejar las tasas de interés en los niveles mínimos récord actuales hasta bastante después, o incluso recortarlas en caso de ser necesario.

"Si el panorama se torna menos favorable, o si las condiciones financieras se tornan inconsistentes con nuevos avances hacia un ajuste sostenido del sendero de inflación, el Consejo de Gobierno está listo para incrementar el programa en términos de tamaño y/o duración", dijo el BCE en un comunicado.

En una conferencia de prensa con comienzo programado para las 1330 GMT, se espera que el presidente del BCE Mario Draghi reconozca que el panorama para la economía de la zona euro mejoró pero también podría apuntar a riesgos políticos y una recuperación aún frágil.

El BCE tiene programado reducir el ritmo de sus compras de bonos en un cuarto a partir del próximo mes pero continuarlas al menos hasta fin de año, o después, si piensa que no alcanzó aún su objetivo de inflación de mediano plazo de al menos 2 por ciento.

Pero casi una década después de que comenzaron los problemas económicos del bloque monetario de 19 naciones, su economía luce un poco mejor.

La confianza económica está en el máximo en seis años, el comercio se recupera, la producción de servicios y manufacturas sube y el desempleo está en mínimos desde 2009.

Incluso la inflación, el principal objetivo del BCE, se ha recuperado, esencialmente alcanzando su objetivo el mes pasado.

En ese contexto, el gobernador del banco central alemán Jens Weidmann y el director del BCE Yves Mersch han dicho que habría que descartar recortes de tasas adicionales.

Por su parte, el ministro de Finanzas de Alemania Wolfgang Schaeuble dijo el jueves que estaba a favor de un "oportuno comienzo de la salida" de la política monetaria flexible del BCE, haciéndose eco de la asociación bancaria alemana y el instituto económico Ifo.

Eso deja a Draghi caminando en la cuerda floja, ya que la mejora en el frente económico está en riesgo por cuestiones como las elecciones de Holanda y Francia y dudas sobre el manejo de la política económica estadounidense en el gobierno del presidente Donald Trump.

Con información de Reuters y Bloomberg

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