El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sus tasas de interés en la zona del euro en el mínimo histórico del 0.25 por ciento fijada desde noviembre de 2013, y se abstuvo de actuar, pese a que la inflación se sitúa en niveles muy bajos.
Los analistas esperaban esta decisión luego de que se registrara un leve aumento del índice de precios en abril, al que se suman los últimos indicadores económicos publicados que confirman que la reactivación económica continúa en la zona euro.
Los funcionarios del BCE estarán ahora a la espera de pronósticos económicos actualizados de parte de los técnicos del banco previstos para junio para evaluar si deben o no actuar para contrarrestar el bajo nivel de inflación, que se arriesga a permanecer estancado en una "zona de peligro" por debajo al 1 por ciento.
El BCE también mantuvo sin cambios la tasa que paga por depósitos bancarios de un día para otro en un 0.0 por ciento, y además mantuvo su instrumento de crédito marginal -o tasa de préstamos de emergencia- en un 0.75 por ciento.
Los mercados volcarán su atención ahora a la conferencia de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, a las 1230 GMT, en la que se espera que entregue una explicación detallada sobre la decisión del banco.
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