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BCE 'pone en la mesa' extender la compra de activos en 2018: minutas

Ante el vencimiento de las compras de bonos a final de año, los 19 países de la zona euro evaluaron varios escenarios para prolongar las compras de activos, considerando distintas opciones entre el tamaño y la duración de las compras.

Los integrantes del Banco Central Europeo (BCE) discutieron en su reunión de política monetaria del mes pasado varios escenarios para extender sus compras de activos hasta el próximo año y también manifestaron preocupaciones generalizadas por la rápida apreciación del euro, según las actas de la última reunión divulgadas este jueves.

Los integrantes de los bancos centrales de los 19 países de la zona euro evaluaron varios escenarios para prolongar las compras de activos, considerando distintas opciones entre el tamaño y la duración de las compras, y algunos argumentaron que una decisión final debía incluir un recorte en las compras de activos.

Ante el vencimiento de las compras de bonos a final de año, se acaba el tiempo para tomar una decisión y los mercados ahora prevén que esas adquisiciones sean recortadas en un tercio, a 40 mil millones de euros al mes y que el programa sea extendido en seis o nueve meses.

"Los miembros también discutieron algunas características inherentes a varios escenarios para la futura recalibración del programa de compra de activos y, en particular, la elección entre el ritmo y la duración pretendida", afirmó el BCE, que describió la discusión como preliminar.


"Dentro del marco de trabajo de la orientación futura del consejo gobernante, los beneficios de un horizonte de compras pretendido más largo combinado con una mayor reducción en el ritmo, fueron comparados con aquellos de un período más corto de compras y mayores volúmenes mensuales", rezan las minutas.

Los integrantes del BCE también observaron que cualquier cambio debería aplicarse a su paquete completo de política monetaria y no debería limitarse a ningún componente particular, especialmente el tamaño o duración de compras de activos.

Aunque manifestaron una mayor confianza sobre el camino de la inflación, algunos argumentaron que el impacto negativo del alza del euro podría haber sido subestimado, creando riesgos a la baja para algunas proyecciones de inflación.

De hecho, el economista jefe del BCE, Peter Praet, llamó a la "monitorización estrecha" de la tasa cambiaria, una frase más fuerte de lo que había sido aceptado cuando optaron por hablar sólo de "monitorización".

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