Mercados

Banco Central Europeo 'sorprende', pero no convence a mercados

Las decisiones de política monetaria implementadas por el BCE superaron las expectativas de los mercados, pero fueron insuficientes, ya que tendrán un efecto limitado sobre la economía de la región y es necesario acompañarlas con ajustes fiscales.

Los hechos superaron lo esperado por los mercados. El Banco Central Europeo (BCE) redujo su tasa principal de refinanciamiento a cero, amplio su compra de bonos y castigo en mayor medida a los bancos que depositan su dinero en la institución.

A pesar de los esfuerzos del BCE, para el director de estrategia de mercados, el doctor Guillermo Aboumrad, "las medidas anunciadas tendrán un efecto limitado sobre la economía de la región" situación que se reflejó en los mercados al pasar de una euforia inicial a una postura más defensiva que terminó con una venta de activos de mayor riesgo.

Para el especialista de Finamex, los mecanismo de estímulo monetario "están agotados" y es necesario acompañarlos con otras medidas de tipo fiscal, aunque en este terreno "también existen limitantes debido al herencia de una elevada deuda" proveniente de la crisis global de finales del 2008.


El BCE bajó de forma sorpresiva la tasa de refinanciación de 0.05 a cero por ciento, la de depósito de -0.3 a -0.4 por ciento y la de crédito 0.3 a 0.25 por ciento.

Las medidas anunciadas por BCE también se vieron acotadas por contexto de un debilitamiento en los precios del crudo.

Otra característica importante de las políticas monetarias es que en algunos casos se está recurriendo a la aplicación de tasas de interés negativas, con el propósito de desalentar a los bancos comerciales a dejar el dinero en las bóvedas de los bancos centrales y, de esta manera, inducirlos a prestar una mayor cantidad de recursos.

Las tasas de interés negativas parecen apuntar en el sentido correcto para estimular al otorgamiento de créditos; pero para el doctor Aboumrad, no hay las condiciones para que pueden surtir un mayor efecto, como serian la existencia de una banca comercial sólida y con menores regulaciones. En tanto que los consumidores tienen un elevado nivel de deuda y de incertidumbre en cuanto al futuro de sus ingresos.

Los balances de la banca comercial pueden ser de los más afectados de forma negativa con la política de tasas de interés negativas, debido a que amenazan su ya menguada baja en su rentabilidad.

Dinero barato la clave

Entre las principales medidas que sorprendieron a los mercados se encuentra la reducción a cero de la tasa de refinanciamiento, la cual usan los bancos para tomar dinero prestado al instituto central en un día.

En tanto que amplió su programa de compra de activos a 80 mil millones de euros al mes desde los 60 mil millones de euros anteriores, superando las expectativas del mercado que esperaban una subida a 70 mil millones.

Adicionalmente, bajó 10 puntos base a la tasa de depósitos al ubicarla en -0.4 por ciento.

El BCE también dijo que empezaría a comprar deuda corporativa y lanzaría nuevas rondas de créditos baratos, para que los bancos los extiendan a los demandantes de financiamiento.

El BCE dijo que las próximas rondas de créditos baratos a los bancos a cuatro años incluirían en algunos casos algunos estímulos para alentarlos a trasladar préstamos a terceros.

Con la decisión del BCE de disminuir sus tasas de referencia y de incrementar la compra de bonos, los principales bancos centrales en el mundo se dividen cada vez más en dos bandos. El primero, comprende a los que están profundizando en agresivas políticas de estímulo para alentar a sus economías y, el segundo, en aquellos que han iniciado un ciclo de alza en el costo del dinero.

En el bando de las instituciones que están aplicando mayores estímulos se encuentran lideradas por el Banco Central Europeo, el de Japón y el de China.

En el segundo bando están los que van en camino de retirar los estímulos monetarios. Destaca la Reserva Federal de los Estados Unidos y los principales bancos centrales de América Latina, en donde sobresale el caso de la agresiva alza en la tasa de referencia de Brasil.

A diferencia de lo ocurrido durante la pasada crisis económica global, de finales del 2008, en donde todas las medidas de política económica, incluyendo a la de los bancos centrales, estaban enfocadas a salir de la recesión, ahora ante la desaceleración económica, las políticas monetarias marchan por caminos opuestos.

Las naciones que están aplicando mayores estímulos le apuestan fundamentalmente a la combinación de dinero barato con monedas relativamente débiles.

Las medidas anunciadas por el BCE pueden favorecer a naciones como México debido a que en el mercado europeo se pueden encontrar condiciones propicias para acceder financiamiento tanto para el sector privado como del gobierno.

Otro ángulo positivo se refiere a que México puede ser un "imán" para los capitales europeos debido a la combinación de atractivos rendimientos con un riego mejor al que presentan otros países de igual desarrollo.

La medida busca que el consumo se eleve y con ello, despegue el crecimiento de la región de la moneda única

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