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Argentina pide renuncia de Bank of New York

Dos meses está por cumplir el default de Argentina; se trata del segundo periodo de no pago que enfrentan los acreedores del país sudamericano en los últimos 13 años.

CIUDAD DE MÉXICO.- Argentina publicó ayer lunes en diversos medios estadounidenses la petición formal al Bank of New York Mellon, para que renuncie como fideicomisario ya que desde su punto de vista la institución ya no es elegible para desarrollar dicha actividad.

El país sudamericano revocó la autorización del banco para operar una oficina en ese país; la institución se encuentra atrapada entre dos grandes fuerzas: por un lado debería realizar su papel de fideicomisario y garantizar el pago de capital e intereses a los beneficiarios designados por el gobierno argentino; sin embargo, también debe obedecer la orden de un juez estadounidense quien prohibió al pago la liberación de fondos mientras no se haga también el pago a los dueños de bonos no reestructurados, lo que llevó a Argentina a entrar en cesación de pagos el último día de julio del año en curso, la segunda ocasión que ocurre en los últimos 13 años.

Asimismo, Argentina estimula a los tenedores de bonos reestructurados a elegir un nuevo fideicomisario, algo que está dentro de sus facultades según dicen en ese país, con el fin de que se logren hacer los pagos acordados y que el país salga del default.

No obstante, la mayoría de los analistas dentro y fuera de Argentina señalan que la estrategia solo llevaría al país a un callejón sin salida, toda vez que podrían aplicarse leyes extraterritoriales en bancos europeos, asiáticos y latinoamericanos.

Los acuerdos entre bloques económicos y naciones, así como el caracter multinacional de muchas instituciones financieras, son factores que no permitirían el éxito de la estrategia del país sudamericano.
Por el momento los beneficiarios de bonos reestructurados no han aceptado el pago dentro de Argentina, otrasd de las opciones que se pusiweron sobre la mesa.

La crisis de pago en Argentina parece no tener fin, el país se ha negado a liquidar los bonos no reestructurados y por el momento aparentemente no habría pláticas con los tenedores de dichos instrumentos, lo que repercute gravemente en la confianza de los inversionistas foráneos y se refleja en su moneda, misma que se deprecia constantemente.

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