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‘Superpeso’: ¿Por qué la inflación es una buena medicina para la moneda mexicana?

Expertos señalan que la inflación continuará sin reducir sus índices de manera rápida, por lo que la cotización del ‘superpeso’ se mantendrá en una pelea cerrada con el dólar.

Luego de que la lectura a las cifras de inflación en nuestro país continuó evidenciando que las presiones inflacionarias no se han disipado, las expectativas por parte de los inversionistas acerca de que el Banco de México (Banxico) siga manteniendo un postura restrictiva, dieron un respiro este miércoles al peso mexicano, el cual había ligado previamente dos sesiones con pérdidas.

Lo anterior, se debe a que el diferencial de tasas de interés que existe entre México y Estados Unidos ha sido uno de los factores principales que han empujado a la moneda mexicana a alcanzar los niveles de apreciación que ha sostenido y sigue manteniendo.

La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, explicó que particularmente en esta jornada, uno de los factores que permitió la apreciación del peso fue la publicación de la inflación en México, la cual alcanzó una tasa anual de 4.90 por ciento en la primera quincena de enero. “El repunte de la inflación eleva la probabilidad de que el Banco de México elija esperar más tiempo para comenzar a recortar la tasa de interés”, indicó.

“Mucha ha sido la reconfiguración de esta narrativa en los mercados que teníamos al cierre del año pasado, que era que: la economía estadounidense iba a evitar una recesión y mantendría su fortaleza todavía en 2024 y además las tasas de interés van a bajar 7 veces. Ahora, esta narrativa se ha ido recalibrando parcialmente y eso generó que también el peso mexicano ajustara su cotización con el dólar”, explicó en un evento a medios el economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más, Alejandro Saldaña.

Sobre el tema, la directora de análisis en Intercam Banco, Alejandra Marcos, indicó que el tipo de cambio va a ser este amortiguador para calibrar estas expectativas de lo que podemos esperar respecto a los frentes actuales; riesgos geopolíticos, temas electorales y recalibración de expectativas con respecto a política monetaria, ya que prevén que el camino desinflacionario será más lento y complejo de lo que se está estimando, pudiendo hacer que el tipo de cambio sufra algunos deslices, porque no son movimientos muy fuertes.

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