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El peso ganó terreno frente al dólar en la primera jornada de octubre, luego de acumular seis sesiones consecutivas con depreciación, después de que los inversionistas ajustaron sus estrategias ante un sesgo más hawkish de la Reserva Federal y preocupaciones por el crecimiento económico de China.
De acuerdo con datos del Banco de México, la moneda mexicana se apreció 1.06 por ciento, el mayor avance registrado desde julio pasado, con lo que cotiza en 20.42 unidades por dólar.
El tipo de cambio tocó un mínimo de 20.41 y un máximo de 20.54 pesos por dólar.
En ventanilla bancaria, el dólar se cotiza en 20.97 unidades, según datos de Citibanamex.
El índice Bloomberg, que mide la fortaleza del billete verde frente a una canasta de 10 divisas, retrocedió 0.31 por ciento a mil 161 puntos.
“Cabe recordar que en el nivel de 20.75 pesos por dólar hay una resistencia clave, por lo que en niveles cercanos se comienza a debilitar la demanda por dólares, permitiendo que el tipo de cambio muestre correcciones como la de esta mañana”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base.
“El dólar comienza el último trimestre de 2021 cerca de sus niveles más altos del año, y se dirigía a su mejor semana desde junio, ya que los inversionistas están ajustando sus estrategias ante un sesgo más hawkish de la Reserva Federal”, comentaron analistas de Monex.
Añadieron que “aumentaron las preocupaciones sobre el crecimiento de China y el estancamiento de Washington antes de la fecha límite que se avecina para levantar el límite de endeudamiento del gobierno de EU. Ante ello, las monedas emergentes operan mixtas, corrigiendo parte de las pérdidas recientes”.
Se observó un mayor apetito por riesgo al comienzo del cuarto trimestre, siendo las divisas más apreciadas la corona noruega (1.16 por ciento), el zloty polaco (0.75 por ciento), el rand sudafricano (0.67 por ciento) y la lira turca (0.63 por ciento).
En cuanto a indicadores económicos, en EU se publicó el reporte de Ingreso y Consumo Personal de agosto.
Los ingresos personales mostraron un incremento mensual de 0.2 por ciento, hilando tres meses consecutivos al alza. La tasa de ahorro en agosto se ubicó en 9.4 por ciento, aunque manteniéndose por encima del nivel pre pandemia (febrero 2020) de 8.3 por ciento.
Por su parte, el consumo personal avanzó a una tasa mensual de 0.8 por ciento, superando ligeramente las expectativas del mercado de 0.7 por ciento.
Por último, el índice de precios del consumo personal (PCE deflator) el cual es seguido por la Reserva Federal como medida de inflación, se ubicó en una tasa anual de 4.3 por ciento, siendo su mayor nivel desde enero de 1991.
Asimismo, el PCE excluyendo alimentos y energía se ubicó en una tasa anual de 3.6%, manteniéndose en el mismo nivel al observado en julio. Hacia adelante se espera que continúen las presiones inflacionarias, impulsadas por los cuellos de botella a nivel global y el alza en los precios de los commodities.