Enfoques

No es necesario ver la pelota para jugar futbol

Cada domingo, en el Deportivo Mina de la colonia Guerrero, un grupo de ciegos y débiles visuales se reúne a jugar futbol. Ya lograron conformar una liga y patean un balón lleno de municiones.

CIUDAD DE MÉXICO. El andar de los bastones ya se escucha en el pavimento, el reloj marca las 12:00 del mediodía, y poco a poco van llegando, en parejas, en familia, por equipo o solos. Tienen ganas de arrasar con el equipo contrario y de disfrutar el partido.

Son invidentes y débiles visuales que se dan cita cada domingo en el Deportivo Francisco Javier Mina de la colonia Guerrero, para divertirse en la cancha jugando futbol.

Rodrigo Telón, de 54 años, tiene más de una década jugando. Comenta que al principio le costó mucho trabajo adaptarse, ya que al ser ciego en el futbol se reciben muchos golpes.

Telón perdió la vista a consecuencia de la explosión de una mina durante la guerra civil de Guatemala, donde él residía. Inclusive plasmó su experiencia en el libro "Después de la Mina" que publicó apoyado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Actualmente se dedica al comercio y a terminar la preparatoria.

Una liga que se abre paso

Los partidos entre equipos de ciegos y débiles visuales forman parte de una liga conformada por seis equipos, Estudiantes, Real España, América, Cruz Azul, Liverpool y Boca; cuyos nombres cambian cada temporada según el gusto de los jugadores.

Cada equipo está conformado por seis integrantes, cuatro son invidentes y los otros dos son débiles visuales, entre ellos el portero o inclusive puede figurar en la alineación algún jugador que no tenga ningún padecimiento visual y cuya función es apoyar al resto de los compañeros.

Los partidos son disputados con una pelota de plástico, la cual cuenta con municiones que permiten que los jugadores escuchen su rodar por la cancha.

Un segmento olvidado

Según la Unión Latinoamericana de Ciegos en México, hay alrededor de un millón de invidentes, los cuales además de no contar con un empleo formal, forman parte de su segmento muy discriminado.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la segunda discapacidad en México es la visual, después de la motriz, y ubica cerca de un millón 300 mil personas ciegas o débiles visuales.

Son poco más de las cinco de la tarde, el sol empieza a caer y la lluvia se hace presente. Los cuatro partidos han terminado y como cada domingo los jugadores han puesto en la cancha lo mejor de sí mismos.

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