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Cero accidentes, premisa para la seguridad vial

Asesor del alcalde de Nueva York pone al peatón en el centro de la atención del gobierno y afirma que las calles deben ser lo más sencillas posibles para mejorar las dinámicas de movilidad.

CIUDAD DE MÉXICO. Jon Orcutt, especialista en seguridad vial que diseñó el programa Vision Zero Action Plan que aplica el actual alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, recomendó al gobierno de la Ciudad de México establecer una meta de cero accidentes viales como primer paso para aplicar una política que verdaderamente proteja a los peatones.

Fijar una meta, como se hizo en Vision Zero cambia la percepción de la responsabilidad que tienen los funcionarios públicos y los agentes de tránsito y los inspira a mejorar las cosas; además, genera la sensación de esperanza para mejorar la situación. "Sin una meta, no puedes concretar nada", dijo.

Aunque en 2011, México se comprometió a reducir a la mitad los accidentes viales para el año 2020, el gobierno capitalino no ha dicho cómo logrará cumplir esa meta.

El también excolaborador de Michael Bloomberg, cuando éste fue alcalde de Nueva York, dijo que es necesario que las dependencias involucradas en la atención de accidentes viales en la capital conjunten datos estadísticos y los utilicen en el diseño de una política pública en la materia.

En entrevista con El Financiero, en su visita a la Ciudad de México invitado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), Orcutt recomendó que dicha política sea concentrada en una sola oficina, dedicada al transporte, y no se disperse como ocurre aquí en el DF, en donde las escasas estadísticas de accidentalidad las genera la Secretaría de Seguridad Pública, sin una visión de transporte.

Orcutt se reunió con representantes de las secretarías de Movilidad y de Desarrollo Urbano del gobierno del DF para aconsejarles cómo recopilar datos que puedan servir para mejorar las calles y evitar accidentes, como el registro de los comportamientos de los automovilistas en los reportes de siniestros, si conducía rápido o lento, o el comportamiento de los peatones, la hora del accidente, entre otros.

UNA BUENA POLÍTICA PÚBLICA

En opinión de este experto existen cuatro ejes para una buena política pública de seguridad vial.

El primero, que el diseño de las calles esté pensado para todos los usuarios (peatones, ciclistas, discapacitados, automovilistas y transporte público); es decir, que haya facilidad para que todos se desplacen cómoda y seguramente.

En segundo lugar, que se privilegie la integridad de las personas sobre la velocidad de los autos. Pidió reflexionar si es mejor llegar dos minutos tarde a casa o perder o hacer perder la vida a una persona.

Dijo que las calles deben ser lo más sencillas para que sea comprensible la dinámica de la movilidad en cada punto y que el diseño de éstas sea congruente en toda la ciudad, para que sea un lenguaje entendible por todos en todos lados. "Las calles complicadas tienen más colisiones", dijo Orcutt.

Finalmente, consideró que se debe priorizar la visibilidad de todos los usuarios entre sí, sin obstáculos en banquetas y arroyo vehicular. La visibilidad es sinónimo de seguridad, dijo el experto.

Jon Orcutt aseguró que aparte de voluntad política, también se requiere que la sociedad civil se organice y exija más garantías.

Afirmó que "la responsabilidad pública más importante es proteger a los ciudadanos", por lo que sin una política de seguridad vial eficiente, los costos por muertes por accidentes de tránsito seguirán siendo muy elevados para la sociedad y para el gobierno".

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