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Aviones Eléctricos y el Desafío de una Nueva Era en la Aviación

El futuro de la aviación, una industria que contribuye al 2% de los gases invernadero es eléctrico. Aunque las baterías pueden no ser el método más eficiente, pueden obtener electricidad de fuentes limpias como plantas nucleares o energía eólica, cosa que no es posible cuando la combustión es interna. Iniciativas de electrificación darán resultados en el corto plazo, y entre más tracción tome dicha tecnología más eficiente podrían ser las nuevas generaciones de baterías. Todo con el objetivo de un mundo más verde y sustentable, menciona Manuel Trevilla

Imagina un mundo en el que el ruido de los motores aéreos se reemplaza por un zumbido eléctrico, donde los cielos están más limpios y las emisiones de carbono quedan atrás. Este es el mundo que Noruega, un país conocido por su amor por la naturaleza y su deseo de innovación ambiental, está esculpiendo con determinación. Para dar contexto el año pasado el 80% de los autos vendidos en dicho país fueron eléctricos.

En el horizonte se vislumbran aviones eléctricos, una nueva generación de aeronaves propulsadas por baterías en lugar de la antigua quema de combustibles fósiles. Pero, ¿es esto una realidad inminente o simplemente un sueño?

Noruega, con su terreno montañoso y costas escarpadas, parece el laboratorio perfecto para experimentar con la aviación eléctrica gracias a sus incentivos y su meta de que el 100% de los vuelos cortos sean en aviones eléctricos.

La startup noruega Elfly está fabricando hidroaviones eléctricos. Estos aviones de ala alta, con capacidad para nueve pasajeros y propulsados por dos motores de hélice alimentados por baterías, están destinados a comenzar operación a partir de 2030. Con poetico nombre de “Noemi”, que significa “sin emisiones”, estos aviones podrían marcar el comienzo de una nueva era en los viajes por el agua.

Pero no es solo Elfly quien está forjando este camino. La aerolínea regional más grande de Noruega, Widerøe, está decidida a teñir de verde los cielos. Tres cuartas partes de sus vuelos son cortas distancias, menos de 300 kilómetros, con muchos de ellos llegando a menos de la mitad. Sin embargo, estos pequeños propulsores queman más combustible de lo que podríamos imaginar, especialmente durante el despegue. ¿Y la solución? Sí, aviones eléctricos. No solo como una iniciativa para combatir el cambio climático, sino como un impulso económico para la propia aerolínea. Es un win-win en los cielos.

Andreas Kollbye Aks, el capitán de Widerøe, es sincero sobre los obstáculos. “Vamos a comenzar en la costa sur, evitando tormentas y vientos fuertes, cosas que drenan energía y que, hasta ahora, la aviación eléctrica no puede manejar”. Entonces, ¿esto significa que volar con electricidad todavía es una fantasía lejana?

Este entusiasmo por las novedades tecnológicas siempre viene acompañado de escepticismo persistente. Aquí es donde entra en escena Tecnam, el fabricante de aviones que ha tenido dudas sobre su propio proyecto de avión eléctrico. Tecnam tenía grandes planes: lanzar un avión de 11 asientos al mercado, suministrar a Widerøe y ser el héroe de la aviación ecológica. Pero la realidad se interpone, y el proyecto P-Volt está en pausa.

¿Cuánto duran realmente estas baterías de los aviones eléctricos? Tecnam ha tenido problemas con la eficiencia y la sostenibilidad de sus pronósticos. Resulta que basaron sus proyecciones en escenarios más “agresivos” de desarrollo tecnológico. En otras palabras, cruzan los dedos por un gran salto en la tecnología de baterías, pero nadie tiene la menor idea de cuándo o si realmente ocurrirá.

Las baterías envejecen más rápido de lo pronosticado. Después de unas pocas semanas de uso, pierden capacidad y alcance. Incluso con un manejo suave, el rendimiento cae en picado después de unas pocas horas de vuelo. Las aerolíneas estarían atrapadas comprando baterías nuevas constantemente. Un error costoso en este juego de la aviación eléctrica..

Rolls-Royce, el gigante de los motores a reacción, todavía ve el potencial de las aeronaves eléctricas. Matheu Parr, el jefe de los motores eléctricos de Rolls-Royce, no puede evitar sonreír. “Estamos aquí para impulsar la aviación sostenible”, afirma con convicción. El juego de los motores a reacción masivos está cambiando, y Rolls-Royce no quiere quedarse atrás.

Entonces, ¿qué nos depara el futuro? Parr ve la propulsión eléctrica como el Santo Grial para aviones pequeños con distancias cortas. Aquellos vuelos diminutos de 40 a 50 millas náuticas, alrededor de 90 kilómetros. Pero aquí está el problema: cuanto más larga es la distancia, más grande y pesada debe ser la batería. Y esta es una batalla perdida, ya que los aviones son criaturas caprichosas en cuanto a peso se refiere, por lo tanto, las baterías deben ser el doble de poderosas, en caso de emergencia.

Pero las baterías grandes también significan tiempos de carga largos. Eso no es un problema para los autos eléctricos, pero para los aviones, el tiempo es dinero. Imagina un avión parado durante horas en una terminal de aeropuerto, enchufandose como un smartphone en la noche. No es exactamente un panorama ideal para las aerolíneas de vuelos cortos y rápidos. Widerøe no está dispuesta a esperar. Su solución: cambios de baterías. Rápido y práctico.

Widerøe no se arredra ante los desafíos. Aks, el cerebro detrás de este ambicioso plan, dice que incluso si el concepto aún no es completamente viable, eso podría cambiar con el tiempo. Pero ¿es esto solo una solución provisional? En el aeropuerto de Säve, en Suecia, los pioneros de Heart Aerospace no están convencidos, tienen otra solución,motores turbo que funcionan con combustibles más verdes. La magia aquí es que pueden entrar en acción cuando se necesita más empuje y pueden aumentar el rango a 400 kilómetros.

Los autos eléctricos también tuvieron su fase de motores de respaldo cuando estaban en etapas tempranas. En el aire, la mezcla de electricidad y combustible es solo una parada en el camino hacia una solución verdaderamente sostenible.

Entonces, ¿qué nos espera? Las aerolíneas ya están haciendo fila para trabajar con Heart incluyendo Mesa, United Airlines, Air Canada... La experiencia es cautivadora. El zumbido eléctrico de los motores llena el aire, y en un abrir y cerrar de ojos, el ES-30 está en el aire, subiendo como un ave audaz.

Aunque las baterías pueden no ser el método más eficiente, pueden obtener electricidad de fuentes limpias como plantas nucleares o energía eólica, cosa que no es posible cuando la combustión es interna. Iniciativas de electrificación darán resultados en el corto plazo, y entre más tracción tome dicha tecnología más eficiente podrían ser las nuevas generaciones de baterías. Todo con el objetivo de un mundo más verde y sustentable.

Hasta la proxima, Manuel.

Manuel  Trevilla

Manuel Trevilla

Empresario, conferencista especialista en marketing digital, innovación y wellness. Mentor y consejero de organizaciones como Google Launchpad, Masschallenge y LFT.

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