Financial Times

La diferencia con los millennials no es que sean volubles, es que ellos sí se atrevieron a hablar

Los empleados millennial y de la generación Z no son más volubles que las generaciones de trabajadores que los precedieron.

Durante años, las encuestas de participación de los empleados han preguntado: "¿Con qué frecuencia piensas en dejar tu empleo?". Sin embargo, el director ejecutivo de una multinacional recientemente me dijo que él y sus colegas habían decidido que estaban malinterpretando los resultados: un puntaje alto ya no era señal de descontento, sino simplemente una representación del deseo de los empleados más jóvenes de tener más retos.

Él ha comenzado a transferir a este personal entre diferentes empleos con más frecuencia; cada dos o tres años en lugar de cada tres o cuatro. A los miembros del personal se les ofrecen traslados a otras organizaciones, tales como organizaciones benéficas, desde las cuales regresan motivados y con nuevas perspectivas. Actualmente, él está explorando si debe estimular a los empleados más jóvenes y ambiciosos a que asuman roles de liderazgo más pronto, pero, como me dijo, "es difícil liderar a otras personas si no tienes esa experiencia". Él se cuestionó si era una respuesta prudente o una visión anticuada, basada en el curso más gradual de su propia carrera.

Existe una tercera posibilidad: que este director simplemente se está enfrentando a los mismos retos que siempre han enfrentado los empleadores conforme buscan la manera de satisfacer las demandas de los empleados más jóvenes.

Las anécdotas y los datos sugieren que, si bien el contexto globalizado y digitalizado es definitivamente diferente, el personal joven tiene aspiraciones similares a las de sus contrapartes de hace 15 o incluso 30 años, cuando yo era un aprendiz.

La más reciente encuesta de Deloitte de los millennials y de la generación Z — individuos nacidos entre 1983 y 2002 — sugiere que casi la mitad de este grupo renunciaría durante los próximos dos años si tuviera una opción. La insatisfacción con el pago y con la falta de oportunidades para avanzar son las principales razones para querer irse. Una cuarta parte de este desencantado personal dijo que, de hecho, había cambiado de empleador en los últimos dos años.

Pero los datos laborales de EU para 2016 mostraron que la proporción de millennials empleados (alrededor del 22 por ciento) que habían trabajado para su empleador durante al menos cinco años era similar al porcentaje de trabajadores de la misma edad en 2000. La media de permanencia laboral para los trabajadores estadounidenses en sus 20 y 30 años se ha mantenido estable en cerca de tres años, aproximadamente en donde se encontraba en 1983 cuando se recopilaron estos datos por vez primera.

Cuando me pidieron que 'transmitiera la sabiduría de décadas' al más reciente grupo de aprendices editoriales del Financial Times, tuve dudas de que mis historias de "cómo triunfar en el periodismo impreso antes de la llegada del Internet y de los teléfonos móviles" fueran relevantes. Pero muchas de las preguntas que plantearon fueron similares a las que yo recuerdo haber hecho a la misma edad y en la misma etapa, incluyendo cómo planificar sus carreras y cómo presentar las propuestas para obtener más oportunidades.

"Los graduados siempre han sido ambiciosos, siempre han sido exigentes y votarán con sus pies si no sienten que están obteniendo lo que quieren", comentó un ejecutivo que supervisa el desarrollo del liderazgo en otra compañía multinacional. Sin embargo, alrededor del 60 por ciento de los graduados de esta compañía todavía están allí cinco años después de que finalizara su programa de capacitación de dos años, lo cual representa la misma tasa de retención que en la década de 1990.

En otras palabras, la caricatura de los trabajadores millennial y de la generación Z saltando de un empleo a otro — y de hecho, la mayoría de lo referente a los estereotipos generacionales — no resiste el escrutinio. En el peor de los casos, ellos no son más volubles que las generaciones de trabajadores que los precedieron. De hecho, como ha escrito mi colega millennial Sarah O'Connor, ella y sus colegas, quienes se graduaron durante una recesión, "anhelan tener seguridad laboral por encima de todo lo demás".

Los empleadores parecen estar de acuerdo en una cosa: los empleados más jóvenes son más expresivos de lo que lo fueron sus colegas de mayor edad en cuanto a desafiar la autoridad.

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