Financial Times

Economía china, 'ave de mal agüero' para los grandes fabricantes de autos

Toyota, GM y Daimler no le ven fin a la desaceleración china ni a los cambios de preferencias de los clientes.

Tres de los fabricantes de automóviles más grandes del mundo se sumaron al pesimismo de la industria el miércoles al advertir que el 2019 luce cada vez más sombrío, pues hay pocas esperanzas de que se acabe la desaceleración china o que disminuyan los cambios de preferencias de los clientes que están obligando a los fabricantes a realizar modificaciones costosas en sus líneas de modelos.

La perspectiva pesimista para el año venidero que tienen Toyota, General Motors y Daimler —que en conjunto representan uno de cada cinco vehículos que se venden a nivel mundial— vino acompañada de informes de resultados pésimos para el año que acaba de concluir, y los tres anunciaron una reducción de las ganancias.

Los inversionistas ya se han disgustado con el sector en los últimos seis meses, especialmente después de que rivales como Ford y Volkswagen emitieron advertencias similares sobre sus negocios en China a finales del año pasado.

En conjunto, los resultados fueron alarmantes. Daimler, fabricante de Mercedes-Benz, reportó una caída del 28 por ciento en las ganancias netas hasta los 7.6 mil millones de euros en 2018; Toyota dijo que las ganancias netas del mes pasado cayeron un 81 por ciento; y GM reportó una caída del 8 por ciento en el cuarto trimestre.

Los tres también dijeron que veían pocas señales de alivio en el futuro es aún más preocupante. Dhivya Suryadevara, directora financiera de GM, dijo que veía poca recuperación en China y advirtió que el aumento de los precios de los productos básicos, que se ha visto afectados por la actual guerra arancelaria de EU con Beijing, deprimiría los resultados en 2019 por la cantidad adicional de mil millones de dólares, después del impacto de mil millones del año pasado.

Dieter Zetsche, el veterano presidente ejecutivo de Daimler que renunciará al cargo en mayo, dijo que el fabricante de automóviles alemán estaba preparando un amplio programa de reducción de costos para liberar efectivo para invertir en nuevas tecnologías costosas, entre ellas los vehículos eléctricos y autónomos.

Toyota redujo sus expectativas de ganancias anuales para los 12 meses hasta marzo en un 19 por ciento hasta los 1.87 billones de yenes (17 mil millones de dólares). La caída de las ganancias trimestrales de Toyota se vio exacerbada por ingresos tributarios imprevistos en EU el año anterior.

La fuerte contracción en la industria se produce después de varios años de crecimiento robusto, un cambio que ya está obligando a cerrar plantas en todo el mundo conforme los fabricantes intentan adaptarse a la decreciente demanda de muchos de sus coches más vendidos — en particular los coches de diésel, que se han convertido en un anatema para muchos consumidores — y protegerse de la disminución de las ventas.

Pero mientras la industria automotriz con frecuencia atraviesa este tipo de desaceleraciones cíclicas, la nueva retracción se ve agravada por la necesidad de invertir en nuevas tecnologías costosas para vehículos eléctricos y sistemas de conducción autónoma, lo cual lleva a muchos fabricantes a buscar colaboración con sus rivales para distribuir sus costos de inversión.

El sector en su conjunto ha sufrido desde el verano, conforme el índice Dow Jones que rastrea a los fabricantes de automóviles estadounidenses registró un descenso del 16.5 por ciento desde junio y el índice MSCI para los rivales europeos registró un descenso del 18 por ciento desde mayo.

GM advirtió sobre un entorno "volátil" el año pasado y dijo que espera que las ganancias disminuyan en China este año, pero sus ganancias anuales cayeron menos de lo esperado debido a su sólido desempeño en EU. La compañía fue una de las primeras en reducir costos, pues detuvo la producción de varias plantas estadounidenses a finales del año pasado y se preparó para despedir a miles de trabajadores.

Fiat Chrysler Automobiles, Jaguar Land Rover y Volvo Cars también destacarán las difíciles condiciones que enfrenta el sector cuando reporten sus ganancias el jueves.

Ford, cuyas ganancias anuales cayeron en un 50 por ciento el año pasado, está reestructurando sus negocios en Europa, China y América Latina, mientras que Jaguar Land Rover anunció miles de despidos debido a la desaceleración de las ventas en China y la contracción en el mercado europeo de diésel.

Muchos de los centros de ganancias de la industria — América del Norte y China — están experimentando una desaceleración en el crecimiento o un declive, ya que el aumento de la competencia en China por parte de sus rivales nacionales representa un desafío para la rentabilidad.

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