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Encuentran restos de velero inglés hundido en Banco Chinchorro de Quintana Roo

Con este descubrimiento, ya son 70 los vestigios de embarcaciones registrados por la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH en esta reserva natural quintanarroense.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó este martes del hallazgo de un velero, que por indicios de su filiación sería de origen inglés, en el atolón de Banco Chinchorro, cuyo naufragio ocurrió probablemente a finales del siglo XVIII o inicios del XIX.

Con este descubrimiento, ya son 70 los vestigios de embarcaciones registrados por la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH en esta reserva natural quintanarroense.

Laura Carrillo Márquez, investigadora del SAS y responsable del Proyecto Banco Chinchorro, dio a conocer que fue en meses pasados cuando se realizó una primera jornada de inspección a fin de registrar, mediante dos sesiones de buceo, la localización en GPS de los restos de la embarcación y hacer una inspección general del mismo.

Los arqueólogos marinos que intervinieron en este descubrimiento coincidieron al decir que los tripulantes de aquella embarcación hicieron un último esfuerzo para evitar encallar en el atolón conocido como el "Quitasueños", ya que en el lugar se encontró un ancla que fue lanzada al mar con la intención de sujetarse a la barrera arrecifal y que hasta hoy continúa ceñida e integrada por completo al sistema coralino.

Se dio a conocer que será hasta que se levanten las restricciones que se viven actualmente, cuando los arqueólogos marinos realicen la segunda etapa de la investigación y vuelvan al lugar del naufragio para levantar planos, ahondar en las características del contexto y quizá tomar algunas muestras para indagar en su temporalidad.

Carrillo Márquez explicó que, por ahora, es difícil hablar de las dimensiones del velero, de su cargamento u otros detalles, pues la zona en la que se ubica, al sureste de Banco Chinchorro, es compleja porque yace directamente en la barrera arrecifal donde la corriente marina es fuerte.

Además, expuso que los restos de la nave se encuentran a escasos dos o tres metros de la superficie, lo que hace que prácticamente no quede nada del casco de madera, pues el material orgánico de esa estructura se ha desintegrado con el paso de los siglos.

"Solo permanecen los elementos sólidos, muy concrecionados al arrecife, en donde se han encontrado en un inicio lingotes 'pig iron', que se usaban como lastre; algunos tubos, un cañón de aproximadamente 2.5 metros de largo y un ancla 'almirantazgo', término que designa a las guías que emitía el reino inglés para los fabricantes de estas herramientas", explicó la subdirectora del SAS.

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