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Así es Icacos, la colonia ‘pobre’ de Acapulco que esperó 13 días para tener energía eléctrica

Damnificados por ‘Otis’ piden a los gobiernos que no abandonen a los habitantes de las colonias alejadas de la zona turística de Acapulco.

¡Y se hizo la luz! Fue la expresión de la señora Doris Rodríguez Prudente, poco después de que llegara hasta la colonia Icacos, ubicada en Acapulco, varias camionetas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para restablecer la energía eléctrica en la zona, después de permanecer sin el servicio durante 13 días.

La mujer damnificada aseguró que su casa, la de su hermana y la de su mamá quedaron totalmente destruidas, pues los techos fueron arrancados por los fuertes vientos del huracán Otis, que alcanzó una fuerza de 330 kilómetros por hora.

“Fue horrible, algo que no se esperaba, todo se nos voló, nos quedamos sin nada, sin techo, sin muebles, todo se lo llevó el viento”, dijo la afectada, quien pidió a los gobiernos que no abandonen a los habitantes de las colonias alejadas de la zona turística.

“Que nos ayuden a todos, necesitamos mucha ayuda, que vengan a la colonia y nos apoyen, porque todo está mal, las casas destrozadas, no tenemos ropa, ni agua, ni comida”.

Además, pidió que se generen más empleos porque “yo perdí el mío, mi hermana no puede comunicarse con su jefe para saber si va a poder trabajar. Necesitamos trabajar para tener dinero, si no ¿cómo le vamos a hacer para llevarles alimentos a los hijos?”, cuestionó.

De acuerdo a la CFE, 513 mil 524 usuarios de Acapulco se quedaron sin luz luego del paso del huracán “Otis”, en categoría 5, que derrumbó 10 mil 275 postes y con la labor de 2 mil 900 trabajadores de la empresa, poco a poco se fue restableciendo el servicio de luz en el puerto, con 13 días de jornadas intensas de trabajo.


De cocina económica a hogar de 3 familias en Acapulco

El huracán “Otis” afectó a todo el municipio de Acapulco, Coyuca de Benítez en un 90 por ciento y en menor porcentaje a otros 45 municipios.

En el mercado de fraccionamiento Magallanes, en Acapulco, se encuentra la cocina económica de Germán Méndez Santos, una acapulqueña dueña de ese local desde hace más de 30 años.

La cocina económica se convirtió de la noche a la mañana en vivienda para ella, y las familias de dos de sus hijos, pues perdieron sus techos, “las voló el aire, se mojaron los muebles y nos quedamos sin nada”.

Por eso decidieron habilitar la cocina económica en dormitorio, mientras pueden recuperar algunas de sus cosas, y pueden rehabilitar sus casas.

De día cocina económica, con dificultades para conseguir vegetales, carnes, abarrotes, agua, hielo y gas para preparar los platillos que ofrecen a sus clientes; por lo que es necesario que se trasladen a Tres Palos a surtir algo de despensa, “y nos venden poquito, de agua solo dos botellones por familia”.

De noche, el lugar se convierte en dormitorio, se tienden colchonetas y cobijas para dormir entre mesas y sillas. Se limpia las lágrimas la señora Germán y pide a las autoridades que no se olviden de los acapulqueños, “de quienes perdimos todo, pero seguimos trabajando”.

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