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Violencia del CJNG y Cártel de Sinaloa en Teocaltiche alcanza a sus habitantes

Un hombre ajeno a los hechos violentos en Teocaltiche, Jalisco, fue asesinado tras una bala perdida.

Grupos armados provocaron terror en la zona de Nochistlán y Jalostotitlán.

Los últimos enfrentamientos entre el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación han acabado con la vida de un civil, en el municipio de Teocaltiche, Jalisco (al oeste de México).

Se trata de un hombre, habitante de la zona, que transitaba durante el choque armado de los grupos criminales.

El asesinato es consecuencia de una jornada de violencia y tensión en la región Altos Norte de Jalisco. Las autoridades hablan de un enfrentamiento a balazos de grupos antagónicos y vehículos en llamas a su paso.

De acuerdo con testimonios locales, la zona se encuentra en una situación de pánico debido a los criminales que se disputan su control.

Los presuntos narcos incendiaron al menos 17 vehículos para impedir el paso de las Fuerzas Armadas. La Fiscalía General del Estado detalló que se aseguraron dos camionetas monstruo con las insignias del cártel de las cuatro letras, CJNG.

Hasta hace unos años, Jalisco parecía ajeno a la ola de violencia que devora México. Ciudad con playas hermosas e importantes colindancias, se ha convertido en una nueva ruta para el narcotráfico que sube desde Sudamérica hasta Estados Unidos.


Violencia en Teocaltiche desplaza a habitantes

Las personas desplazadas se multiplican en Teocaltiche ante el abandono del Estado o la falta de recursos para combatir el crimen organizado.

En 2021, la violencia en el municipio llegó a su punto más álgido, luego de que un grupo de personas tomara la decisión de migrar por miedo a morir en el fuego cruzado del Cártel Jalisco Nueva Generación y sus rivales de Sinaloa.

Los grupos criminales forzaron a la población de las comunidades del Rosario, Saucito, Rancho Nuevo y Rancho Mayor a abandonar sus hogares sin más pertenencias que la ropa que traían puesta.

Las autoridades explicaron entonces, que sus habitantes vivían una situación delicada, que afectaba incluso lo que publicaban en sus redes sociales. Según detallaron, ningún poblador podía exponer lo que sucedía en la región para no crear pánico.


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