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Hipopótamos de Pablo Escobar: esta es la fecha en la que llegarán a México

El tiempo de traslado y llegada de los hipopótamos dependerá del trámite de los permisos que debe conceder el ministerio de Ambiente en Colombia.

Los diez hipopótamos del narcotraficante Pablo Escobar llegarán a México en abril, informó el director del Santuario Ostok, Ernesto Zazueta.

El presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México destacó los protocolos realizados entre México y Colombia para que los animales lleguen a territorio mexicano.

La fecha aproximada para que los ejemplares ya estén en México es a partir de la Semana Santa y antes de que termine abril.

El tiempo de traslado y llegada dependerá del trámite de los permisos que debe conceder el ministerio de Ambiente en Colombia para iniciar el proceso.

La historia de los hipopótamos de Pablo Escobar

Los hipopótamos habitan alrededor de la Hacienda Nápoles que perteneció al capo colombiano. El objetivo del traslado es una medida para controlar su población.

Su peso aproximado es de hasta tres toneladas y se extienden más allá de la hacienda a 200 kilómetros de Bogotá.


Las autoridades ambientales calculan que hay alrededor de 130 ejemplares y debido a su capacidad reproductiva podrían ser hasta 400 en ocho años. De ellos serán 10 los que viajarán a México y también se tiene el plan de llevarlos a la India.

Lina Marcela de los Ríos Morales, gerente de Protección y Bienestar Animal de la secretaría de Ambiente de Antioquía, explicó a la agencia AP que la captura será atrayéndolos con comida y luego cada uno será llevado a un contenedor de hierro.

Después, los hipopótamos serán trasladados en camiones por tierra hasta el aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro desde donde partirán hacia México.

Debido a las proporciones de cada animal, se intentará capturar a ejemplares jóvenes cuyo peso no es el máximo de su edad adulta.

Los hipopótamos descienden de cuatro crías que Pablo Escobar llevó hasta su zoológico privado en los años ochenta.

Tras la muerte del narcotraficante, la hacienda se convirtió en un atractivo turístico y conservó las especies.

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