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Startup Labs arma escuela para inversionistas en tecnología

Esta escuela enseña a millonarios una nueva veta de inversión: la tecnología. En su primer año, 2 mil ejecutivos han pasado por sus talleres y de ellos, mil 600 se convirtieron en inversionistas ángel o se involucraron de forma activa en la comunidad emprendedora.

Startup Labs quiere conseguir que los hombres y mujeres más ricos del mundo, que hasta ahora se centran en negocios tradicionales, se sumen a la comunidad que apoya a los emprendedores tecnológicos.

A un año de su fundación, la organización sin fines de lucro llega a México y cerrará el 2014 con presencia en 30 países en los 5 continentes.

"La meta es trabajar con redes de individuos de alto perfil, oficinas familiares y ejecutivos top e introducirlos al mundo de los inversionistas ángel en 2015", comentó Tugce Ergul, administradora general de Startup Labs para América Latina.

El propósito es que también aprendan a invertir en fondos de Venture Capital para empresas en etapas tempranas y tickets más amplios para dar seguimiento a startups que ya tienen cierto éxito en el mercado.

En su primer año de operaciones, 2 mil ejecutivos y millonarios han pasado por las aulas y talleres de Startup Labs y mil 600 de ellos se convirtieron en inversionistas ángel o se involucraron activamente en la comunidad emprendedora.

Actualmente, tiene programas en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Mérida y la región del Bajío y trabajan en asociación con los gobiernos estatales, bancos privados y cámaras de comercio y empresariales.

Este tipo de alianzas son la forma más fácil en que Startup Labs se acerca a directivos que desconocen qué es una startup o un inversionista ángel.

"Los bancos son muy buenos aliados, generalmente no tienen la oportunidad de hablarles de estos temas a sus clientes, nos proporcionan redes de alto perfil", comentó Ergul.

Startup Labs ve un gran potencial en México para sus operaciones, debido al tamaño de la economía, el dinamismo del ecosistema emprendedor, su cercanía con Silicon Valley, la proporción de población de habla hispana alrededor del mundo y las iniciativas gubernamentales de apoyo a los empresarios emergentes.

"Hay cerca de 60 fondos de inversión en todo México, pero no es suficiente. Necesitamos más jugadores, más 'ricachones' que inviertan en los fondos y educar a los inversionistas, porque surgieron muchos fondos y después de un año no volvías a escuchar de ellos", explicó la ejecutiva.

La academia para inversionistas detectó tres problemáticas principales en los fondos de inversión nacientes para startups mexicanos: en algunas ocasiones el gobierno les inyectó capital, pero no consiguieron levantar suficiente dinero para las empresas y no pudieron soportar sus propias inversiones; otro motivo de fracaso se debió a la quiebra de las startups por las que apostaron; y por último el desconocimiento del mercado de las empresas en las que invertían.

"Esta situación está cambiando en México, podría decirse que hubo un proceso de autoeliminación que dejó a los fondos más fuertes y preparados. Lo que ahora buscamos es traer nuevas caras, con perfiles distintos para transformar las industrias tradicionales", dijo Ergul.

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