Con el fin de incentivar el crecimiento del comercio electrónico en México, la plataforma de envíos Rappi lanzó un programa con el que pretende llevar al mundo digital a los famosos puestos de tortas, quesadillas, esquites y chilaquiles.
La plataforma emplea un modelo similar al de Uber, en el que los repartidores se inscriben y reciben dinero a cambio de entregar alimentos, diversos productos e incluso medicamentos.
"Tenemos una política de llevar al usuario cualquier cosa que necesite. Vimos que la gente no sólo busca pedidos de los restaurantes más famosos, sino que también jala mucho el tema de los puestos callejeros, y lo que hicimos fue comenzar a apoyar a ese segmento", contó Adán Ramos, country manager de Rappi México.
Para ello, los dueños de estos puestos son capacitados a fin de que levanten pedidos, mientras que Rappi toma fotos de los alimentos y los incluye en su catálogo.
Para que un puesto callejero forme parte de la iniciativa, Rappi les solicita tener un registro formal ante Hacienda y contar con una tableta electrónica.
Aunque a la fecha tiene convenio con sólo 25 puestos en algunas de las colonias más conocidas de la Ciudad de México, su meta es duplicar ese número cada semana.
Además de la CDMX, Rappi opera en Guadalajara, Monterrey y Querétaro, con miras a ingresar a Mérida y Puebla hacia el 2018.
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