Este miércoles se fijó el precio de las acciones de Rassini que fueron ofrecidas al mercado esta semana: 30 pesos por papel. Esa cifra le otorgará a cambio mil 305 millones de pesos a Grupo Bursátil Mexicano (GBM) dueña del 43.5 millones de acciones en oferta, un 2 por ciento por arriba del monto que esperaba.
Pero lo más relevante estuvo en el modo en que hizo la colocación. GBM realizó esta oferta mediante una subasta holandesa, parecida a la de los Cetes. Igual a la que efectuó Google.
Fijó a las 8:00 horas un rango de precio de entre 27 y 32 pesos y esperó posturas dentro de ese margen. El volumen de ofertas triplicó el monto de acciones disponibles, explicó a El Financiero Enrique Rojas, director general adjunto de GBM.
A las 14:00 horas cerró la puja. Cada quien hizo su oferta mediante 11 casas de bolsa. La postura más baja que alcanzó acciones fue por 30 pesos, precio único definitivo durante la subasta.
Aproximadamente mil 100 inversionistas procedentes de 7 casas de bolsa, todos ubicados por arriba de ese precio, alcanzaron todo el volumen accionario que solicitaron, quienes ofrecieron 30 pesos recibieron sólo una parte prorrateada entre el resto de los ofertores de ese nivel.
"A todos se les dio el mismo trato", apuntó. Todos pagarán 30 pesos.
Rojas detalló que se trató de la primera oferta pública accionaria en México que usó este proceso de fijación de precio, pues habitualmente es un banco el que pone la guía, lo que da lugar a decepciones de inversionistas. Las expectativas de que se repita son altas.
"Fue exitosa y sí se pondría sobre la mesa en otras colocaciones", comentó Rojas.
Otro beneficio, estuvo en la pulverización de la tenencia accionaria que buscaba GBM, el cual conservará el 7.1 por ciento de la autopartera Rassini y el número de socios que se quedará con el resto supera el millar.
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