Negocios lucieron vacíos sin mujeres por el paro nacional

Los centros comerciales y tiendas registraron el lunes una fuerte reducción en su afluencia, derivado del paro de labores convocado por las mujeres, que incluyó no salir de casa para ir a trabajar, ni realizar compras.

Pese a esto, establecimientos como Walmart, Liverpool, Palacio de Hierro y Sears operaron de manera normal, donde las mujeres representan una parte importante de su plantilla laboral.

En un recorrido por el primer cuadro de la ciudad de México, El Financiero observó que hubo algunos negocios que se esforzaron más que otros para poder operar durante el movimiento "Un día sin mujeres".

Por una parte, el Starbucks de la calle de Madero operó únicamente con mujeres. Una trabajadora comentó que aunque la empresa les dio la facilidad para que faltaran, esto fue imposible en su local, ya que todas son mujeres.

Sobre la misma calle, Helados Santa Clara únicamente trabajó con hombres. Al preguntarle al cajero sobre esta situación, argumentó que se solidarizaron con sus compañeras de trabajo y que los dueños trajeron personal masculino de otras tiendas para que la operación del negocio fluyera con normalidad.

A la hora de la comida, en el cruce de Eje central Lázaro Cárdenas, justo donde está ubicada La Torre Latinoamericana, la ausencia de mujeres fue evidente, debido a que el flujo de peatones fue muy bajo, a pesar de ser una de las calles más transitadas de la ciudad, debido a su cercanía con Bellas Artes y el Zócalo.

En el emblemático Sanborns de Los Azulejos, se pudo observar que en la zona del restaurante habían mujeres atendiendo a los comensales, aunque en el resto de las áreas, como en la zona de libros y revistas o en la farmacia, el personal encargado de atender era masculino.

Las Farmacias Similares se unieron a la causa con un listón morado en la entrada del establecimiento, aunque el personal femenino sí laboró. En tanto, las taquilleras del Sistema de Transporte Colectivo Metro no trabajaron, por lo que los clientes que deseaban adquirir un boleto o realizar una recargar recurrieron a las máquinas expendedoras.