Deutsche Lufthansa AG planea gastar alrededor de mil millones de euros (mil 200 millones de dolares) para acelerar la expansión de su brazo de bajo costo Eurowings agregando activos de la insolvente Air Berlin.
Lufthansa está buscando aumentar la flota de Eurowings con hasta 61 aviones, dependiendo del resultado de las negociaciones con su rival alemán, dijo la compañía el martes en un comunicado. Además de 20 aviones de la familia A320 de Airbus SE ya adquiridos de Air Berlin, la compañía apunta a sumar hasta 41 A320 más así como 20 unidades del modelo Q400 de Bombardier Inc.
La división de Air Berlin ofrece una rara oportunidad para acelerar el crecimiento en la mayor economía de Europa, con Lufthansa y EasyJet elegidos como postores exclusivos para la mayoría de las operaciones de Air Berlin. Lufthansa planea reforzar a Eurowings para competir mejor con EasyJet y Ryanair Holdings Plc. En general, la oferta de activos de Air Berlin podría agregar 81 aviones y unos tres mil empleados a la línea aérea dominante de Alemania.
La adquisición de aviones de Air Berlin "acelerará un poco la canibalización de las clásicas operaciones aéreas por parte su menos rentable brazo Eurowings", dijo Per-Ola Hellgren, un analista de Landesbank Baden-Wuerttemberg, en una nota a los clientes. "Si bien esto debería solidificar la posición de mercado de Lufthansa en el corto y mediano plazo, debería perder participación de mercado a largo plazo, ya que sus costos unitarios permanecen claramente más altos que los de sus competidores".
Air Berlin dijo el lunes que cesará las operaciones de larga distancia el próximo mes, después de no poder atraer a licitadores para la unidad. Todavía está aceptando ofertas para su brazo de mantenimiento, y dijo que hasta 80 por ciento del personal actual puede obtener nuevos puestos de trabajo al final del proceso.
Lufthansa ha hecho una oferta por algunas de las operaciones principales de Air Berlin, así como el brazo de ocio Niki y la filial regional LGW. Contrariamente a muchas otras líneas aéreas, Lufthansa es dueña de la mayor parte de sus aviones, mientras que las tarifas de arrendamiento costosas pagadas por Air Berlin contribuyeron a su colapso.
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