Quienes contratan servicios OTT valoran principalmente la posibilidad de tener acceso en todo momento a sus contenidos favoritos desde cualquiera de sus pantallas, a sólo unos clics de distancia y sin necesidad de utilizar la memoria de sus smartphones, consolas de videojuegos, tabletas, PCs o Smart TVs.
El reto para las firmas consiste en convencer a un mayor número de mexicanos de pagar una suscripción. "Es muy difícil transformarlos a usuarios de paga, sólo lo consigues con un servicio excepcional y una vez que lo logras tienes consumidores muy fieles", comentó Eduardo Mussali, director general de Deezer México.
Estos clientes son adultos jóvenes con alta afinidad a la tecnología, quienes encontraron en los contenidos digitales la oportunidad de distribuir de una forma más eficiente su consumo.
En el caso de César, un profesionista de 30 años, su gasto en música disminuyó sustancialmente cuando contrató Spotify al tiempo que la variedad de canciones que escucha aumentó.
"Con Spotify puedo escuchar sólo las canciones que quiero, así que gasto menos y mejor", indicó.
Netflix es la plataforma más exitosa en México. Con 1.4 millones de internautas mexicanos suscritos a su servicio de streaming de series y películas, tiene una penetración del 68 por ciento entre los OTT a nivel nacional y representan más de la mitad de los clientes de la firma en toda América Latina.
Reed Hastings, CEO de Netflix, atribuye su éxito al porcentaje de usuarios de Smart TVs en la región y espera aumentar su número de clientes con el lanzamiento de Android TV.
"Hay que encontrar a través de qué dispositivos se conectan los usuarios para distribuir contenidos y fomentar la cultura para que más clientes sepan qué series y películas pueden conseguir", mencionó el ejecutivo.
Por su parte, el crecimiento de usuarios de Vudu (la plataforma de streaming de películas de Walmart) es de doble dígito, de acuerdo con Juan Carlos García, vicepresidente de e-commerce de Walmart México y Centroamérica.
El negocio de los contenidos editoriales es probablemente el más rezagado en México, pues únicamente el 3 por ciento de los libros digitales están disponibles en español, mientras que las ventas de e-books a nivel global representan únicamente el 6 por ciento del negocio actualmente. Sin embargo, hacia 2018 este canal tendrá una participación del 50 por ciento de las ventas, de acuerdo con estimaciones de PricewaterhouseCoopers.
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