Desde que asumió la presidencia de Cemex en 1985, Lorenzo Zambrano logró llevar a la cementera a posicionarse como una de las mayores empresas del sector a nivel mundial, aunque a mediados de la década pasada, la empresa sufrió una profunda crisis a causa de su estrategia de crecimiento.
Expertos señalaron que el mayor logro de Zambrano al frente de Cemex fue llevar a una cementera nacional a globalizarse y volverse una firma con gran poder de mercado en regiones como Asia, Europa y Latinoamérica.
Osmín Rendón, presidente de la Cámara Nacional del Cemento, destacó que la globalización que la empresa adquirió es uno de los mayores éxitos conseguidos por Zambrano, al frente de la compañía que fundó su abuelo.
"El proceso de consolidación global y expansión de la compañía se dio bajo la batuta de Lorenzo Zambrano", dijo Marco Medina, analista de construcción de Ve por Más.
Fue la agresiva estrategia de crecimiento vía adquisiciones que mantuvo Zambrano la que llevó a la compañía a afrontar problemas de endeudamiento, tras la adquisición de activos en Europa y Estados Unidos entre 2005 y 2007, incluyendo su mayor adquisición: la australiana Rinker en 2007, por 14 mil millones de dólares.
Otro analista bursátil explicó que la época más difícil para Cemex fue la crisis de deuda que sufrió en 2008, debido a que la empresa no sólo perdió su grado de inversión, sino que también diluyó a los inversionistas ante el sustancial crecimiento de sus niveles de apalancamiento.
Para afrontar la fuerte deuda, Cemex emitió bonos convertibles, diluyó sus acciones y sacó a bolsa a su filial de Centroamérica y el Caribe, en el mercado de Colombia.
Los analistas coincidieron en que desde hace algunos años Cemex dejó de ser una empresa de "un solo hombre", con una estructura directiva bien organizada.
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