El megaacuerdo de 100 millones de dólares de Uber Technologies ayuda a solucionar un gran problema legal en materia de clasificación del personal, pero otra parte, podría dar lugar a algunas situaciones incómodas en el futuro cercano.
Como parte del acuerdo con los conductores de California y Massachusetts, Uber aceptó notificar a los clientes con más claridad que las propinas no están incluidas en las tarifas y dar aprobación tácita a la propina optativa.
Los conductores ahora pueden solicitar propinas en efectivo pidiéndolas a los pasajeros o colocando letreros en sus vehículos. Shannon Liss-Riordan, abogada que representa a los conductores, dijo que los pasajeros deberían empezar a ver las propinas como una parte importante de los ingresos de los conductores de Uber.
En otras palabras, se parecen más a un taxista. "Creo que, con esta información, muchos pasajeros empezarán a dar propina a los conductores, lo que aumentará su remuneración de manera considerable", expresó en una presentación ante el tribunal.
En el pasado, Uber trataba de desalentar las propinas. Durante las primeras épocas de la compañía, su sitio web decía en 2011 que las propinas estaban incluidas.
Los conductores se quejaron de que Uber hacía que sus tarifas parecieran más bajas de lo que eran al incluir la propina. De cualquier manera, argumentaban que Uber no debía llevarse una tajada de la parte de la tarifa que se clasificaba como propina.
La empresa luego modificó la forma en que definía el costo del viaje. Actualmente dice que no hay necesidad de dar propina.
El acuerdo no dispone ningún cambio formal en la política de propinas de Uber. La compañía dijo no tener planes de agregar la opción de dar propina en su aplicación ni rebajar el costo de la tarifa por suponer que las personas siempre dejarán propina voluntariamente.
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Lyft, que siempre busca la manera de presentarse como una alternativa más amigable que su rival más grande, permite que los pasajeros dejen propina a través de la aplicación.
Los estadounidenses nunca pudieron ponerse de acuerdo sobre qué servicios justifican una propina y a cuánto debe ascender ésta.
Hasta la llegada de Uber, los conductores contratados eran uno de los trabajadores que la persona promedio consideraba que debía recibir una propina.
Liss-Riordan prevé que los pasajeros retomarán las normas culturales de las limusinas y los taxis después de varios años de estar entrenados para hacer lo contrario.
Esto indefectiblemente lleva a confusión. Uber, Lyft y los taxis tradicionales ofrecen más o menos el mismo servicio (en algunos casos, un mismo conductor trabaja para múltiples compañías en el mismo día).
Esto hace casi imposible que surja algún tipo de norma social uniforme, dijo Lizzie Post, copresidenta del Emily Post Institute, que publica consejos sobre etiqueta.
Uber debería ser responsable de aclarar la ambigüedad que rodea al pago de propinas, sugirió Post.
Pero para muchas personas, el sistema de pago sin efectivo de Uber es una de sus mejores características. El conductor tendrá que sopesar si pedirle a un pasajero que saque la billetera vale el riesgo de irritar al cliente y recibir una baja calificación.
Aun cuando Uber dijo que no castigará a los conductores por pedir propinas, usualmente retira del sistema a los conductores cuya calificación promedio es demasiado baja.