Los industriales quieren supervisar la implementación de la reforma energética y acordaron conformar un grupo de trabajo en conjunto con autoridades de la Secretaría de Energía para analizar las propuestas que este sector tiene para la instrumentación de las nuevas disposiciones legales.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) a cargo de Manuel Herrera Vega informó que con este grupo buscarán medir los impactos y revisar mecanismos de la Ley de Transición Energética, para garantizar que no se den efectos negativos sobre las empresas.
Además le darán seguimiento a la propuesta de la industria para promover el acceso a energías limpias por parte de las micro, pequeñas y medianas empresas a través de una sociedad de consumo, en donde la Concamin les otorgue certificados como consumidores de energía verde, y también buscarán avanzar en la conformación de organismos de representación productiva del sector energético.
Lo anterior con el objetivo de contribuir a conciliar inversiones y consolidarlas en la infraestructura necesaria, a través de la integración de Cámaras industriales particulares en materia de energía e hidrocarburos.
Durante la sesión de Mesa Directiva de Concamin, donde estuvo de Pedro Joaquín Coldwell, Titular de la Secretaría de Energía, Manuel Herrera, destacó que el sector industrial mexicano puede aportar mucho a la implementación de la reforma energética.
"Consideramos que la reforma energética debe ser aprovechada en beneficio de las empresas mexicanas; por ello reconocemos la apertura y disposición de la Secretaría de Energía para trabajar de manera conjunta en estas oportunidades", detalló Herrera Vega.
Añadió que existen diversos temas de la agenda industrial de interés para trabajar con la Secretaría de Energía, entre los cuales destacan avances en la implementación del nuevo mercado eléctrico, conveniencia de continuar con las licitaciones de campos petroleros y gas dado los bajos precios actuales, entre otros.
Durante el encuentro, Joaquín Codwell señaló que, a pesar de la caída en los precios internacionales del petróleo, no existe crisis de almacenamiento, distribución y transporte de hidrocarburos, lo cual beneficia a la planta productiva mexicana.