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Inversión extranjera al sector automotriz en México reporta ‘reversa’ histórica

En los primeros 9 meses del 2020, se registró un desplome de 52% anual, una baja sin precedentes en 20 años.

La pandemia del coronavirus generó que la inversión extranjera directa (IED) en el sector automotriz de México tuviera su mayor reversa en al menos 20 años, desde que tiene registro la Secretaría de Economía.

Entre enero y septiembre de 2020 se registraron 2 mil 815.9 millones de dólares en inyecciones de capital foráneo en esta industria, una caída de 52 por ciento comparado con lo reportado en el mismo periodo del año pasado, una variación sin precedentes en el sector.

Además, esta cantidad es el valor más bajo para un lapso similar desde 2012, cuando se invirtieron 2 mil 483.5 millones de dólares.

"El principal factor de impacto es la pandemia, veníamos de trimestres al alza, pero ahora es a la baja porque tuvieron líneas de producción paradas, pero no es un tema sólo de México (…) ahora las marcas planean al mediano y largo plazo, por lo que ahora están trabajando en producir los autos que se venderán en 2024 y 2025", comentó Brais Alvarez, Automotive Account Manager de la consultora J.D. Power México.

Sólo en el tercer trimestre de 2020 se reportó la salida de 578.7 millones de dólares en capital foráneo, lo que significó la primera desinversión para un lapso de julio-septiembre desde que se tiene registro.

José Zozaya, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), señaló que es importante que el sector automotriz y las autoridades tengan una estrecha relación, para que juntos puedan dar certidumbre y confianza a la inversión.

"Aunque la pandemia del COVID-19 afectó a la sociedad y a la mayoría de las industrias generando un clima de incertidumbre, en AMIA reforzamos nuestro compromiso con México para seguir siendo referentes a nivel mundial (…) en los últimos cinco años, 21 de cada 100 dólares de IED fueron atraídos por esta rama de la economía", aseguró.

Cabe destacar que la industria de autopartes redujo su importancia en la inversión extranjera directa aplicada en el sector, pues en los primeros nueve meses de 2020 representó 37.4 por ciento del total, mientras que el año pasado aportaba 50.1 por ciento.

"Es necesario que se actúe para que llegue inversión extranjera directa, por parte de proveedores de empresas ya instaladas en México, que los convenzan a instalarse aquí, la otra es vinculación de proveedores nacionales para crear una red interna", comentó Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).

Sin embargo, anticipó que la inversión extranjera directa no se va a repetir a los niveles previos al gobierno actual.

"Hubo una gran inversión extranjera directa en la administración de Peña Nieto y Calderón, que nos benefició; ahora creo que será mínima, aun con las oportunidades que tenemos, por eso es necesario crear una red de proveedores internos", añadió.

Futuro eléctrico más ecológico

La industria automotriz sabe que el futuro de la movilidad en el mundo debe ser con menor emisión de contaminantes y uso eficiente de los energéticos, por lo que en algún momento tendrán que sumar tecnología de autos eléctricos e híbridos a la producción de México.

Gunter Daut, vicepresidente comercial de Bosch en México anticipó que la transformación de la industria automotriz se dará con los autos eléctricos e híbridos, donde la marca advierte oportunidades.

"La industria automotriz está en una fase de transformación de la tecnología actual, qué son los autos de gasolina o diesel, a la tecnología del futuro, que son los autos híbridos y eléctricos, y la expansión de Bosch como cualquier otra planta aquí en México depende de nuestro mercado en este momento podemos observar que los mercados de electrificación están creciendo", comentó.

Por su parte, Luis Lozano, presidente de Toyota México, afirmó que en algún momento todas las armadoras tendrán que sumar estas tecnologías, pero anticipó que tampoco esperan que sea en los próximos cinco años.

Ford es la primera empresa en producir un auto eléctrico en masa para el mercado Norteamericano desde México, específicamente en su planta ubicada en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.

Previamente Ford había fabricado la versión híbrida del Fusión en Hermosillo, Sonora.

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