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Grupo Casa Saba ‘agoniza’ y daña a sus clientes

Luego de una abrupta caída en ventas y del registro de márgenes negativos, fuentes cercanas a la empresa advierten del riesgo de la desaparición de Casa Saba, lo que ha afectado a empresas que requieren su servicios, como Genomma Lab. 

Sus ventas cayeron 85 por ciento en un año, sus márgenes ya son negativos y lo que queda de Casa Saba no se vende aunque se intente lo contrario.

Fuentes cercanas a la empresa advierten del riesgo de su desaparición y coincidentemente, corredurías avisan de "una distribuidora" que ya está fuera del negocio, lo que afectó a empresas que requieren de sus servicios, como Genomma Lab. Hace unos meses, parecía que el gran corporativo creado por Isaac Saba Raffoul desaparecía del escenario nacional por medio de la venta de sus dos principales negocios: el de farmacias, que contiene la marca Benavides y el de distribución de medicinas.

El primero sí fue vendido a la empresa de origen inglés Alliance Boots en agosto de 2014 por 8 mil 100 millones de pesos. El otro trato, por más que lo intenta el corporativo, no puede ser concretado.

Personas vinculadas al proceso indican que quienes muestran interés en una compra simplemente no están dispuestos a pagar el precio pretendido por la firma encabezada por Manuel Saba Ades, hijo de Saba Raffoul. Tres ofertas recibió recientemente, explican. La mayor, por 100 millones de dólares. Ésta, presumiblemente, también fue rechazada.

Las pérdidas y los problemas de liquidez agobian a la compañía. En el cuarto trimestre de 2014 registró ventas 85 por ciento inferiores a las del mismo lapso de un año antes al sumar mil 414 millones de pesos.  Además reportó una pérdida en su flujo de operación (EBITDA) de 327 millones, el cual contrasta con un EBITDA positivo de 116 millones del mismo periodo de 2013. Pese a que gastos de operación se redujeron en 69 por ciento, por la desincorporación de Farmacias Benavides, como porcentaje de las ventas subieron de 19.81 a 41.24 por ciento en el periodo.

Una reducción de sus deudas parece darle algo de oxígeno. Al cierre del 2014 la firma que preside Saba Ades tenía contratado un crédito bancario de 200 millones de pesos. "Estamos mejor que el año pasado, la deuda con los laboratorios es mínima y a los bancos prácticamente no les debemos", comentó a El Financiero Ricardo Ríos, vocero de Saba.

Su falta de recursos para operar ha impactado la distribución de los productos de empresas como Genomma Lab y otras.

Esta semana, un reporte del banco estadounidense JP Morgan sugirió vender las acciones de la empresa de medicamentos Genomma Lab por las bajas ventas que le deparan "la salida de un distribuidor farmacéutico clave y el declive en el segmento de cuidado personal".

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