La incertidumbre en torno a la efectividad de las reformas estructurales en México afectó las expectativas de las empresas familiares, pues sólo 17 por ciento de ellas estima tener un crecimiento agresivo en el próximo lustro, mientras que hace dos años dicho porcentaje era de 24 por ciento, según la edición 2014 de la encuesta de Empresas Familiares en México realizada por PwC.
Juan Carlos Simón, socio de empresas familiares de la consultora PwC, indicó que temas como la nueva política fiscal, la reforma energética y la situación de seguridad generan dudas entre los empresarios mexicanos.
"Existen aspectos (de las reformas) donde no hay certidumbre sobre las repercusiones que tendrán en cinco años", dijo.
Las condiciones del mercado también son un factor que genera cautela en las empresas familiares, y al extender el horizonte de uno a cinco años, se convierte en una de sus preocupaciones principales (con 58 por ciento de las menciones de los encuestados).
Sobre la encuesta, expuso que uno de los retos más importantes que enfrentan las empresas familiares es la profesionalización de su organización, pues sólo 18 por ciento considera ofrecer acciones a los que no son miembros de la familia.
"No sabemos cuántas tengan el potencial para cotizar en la bolsa de valores, pero consideramos que primero harán una emisión de deuda, que es lo más natural, debido a que buscan liquidez y seguir teniendo la posesión de la compañía", apuntó.
Las empresas familiares tuvieron un desempeño operativo positivo en 2014, ya que 66 por ciento mostró crecimientos en los últimos 12 meses y 64 por ciento espera mantenerlo en los próximos 5 años.
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